La luz del Miércoles Santo que ilumina la Navidad

Existen momentos del año que son únicos. Los besamanos de las vírgenes de la Victoria y de la Esperanza ofrecen una cercanía que hablan de nuevo, como lo hacen el Miércoles Santo, de la presencia mariana en las cofradías onubenses. Dos expresiones que funden todo el sentimiento devocional en dos vírgenes coronadas que se pasean en una jornada de Semana Santa que, aunque tiene esa connotación dolorosa, como demuestran sus lágrimas en sus mejillas, ahora en este tiempo de adviento nos regala la luz y una sonrisa para esta Navidad.

Es ese tiempo que hace más cercana la espera de una Navidad que está en el próximo domingo y que volverá a regalarnos los encuentros más entrañables que vivimos durante el año, donde la familia cristiana tiene un lugar primordial. Es esa música de campanilleros, de alegrías en las calles, de adornos de colores, de árboles plantados para estas fechas en medio de nuestras plazas, de las múltiples zambombás que ahora son un reguero por barrios y hermandades. La presencia de la Victoria y la Esperanza en este tiempo del Adviento nos ayuda a vivir de una manera muy especial todos estos días, con una alegría especial, con una luz que nos ilumina la Navidad y abre ante nosotros un reguero de esperanza con la llegada del Niño Dios, sabiendo de su victoria. En sus miradas hay luz, una luz que ilumina, que nos acerca al nacimiento de Cristo que alumbra en las tinieblas del terror y de la tristeza. Un tiempo de cercanía y de afecto que brinda a los cofrades un tiempo nuevo. De solidario, de campañas de recogida de alimentos, de montaje de belenes. De anunciar la verdad histórica del Nacimiento de Dios y de la verdad evangélica del Mesías.

El manto para Rocío y Esperanza es una auténtica obra de arte que ha realizado el taller de Francisco Carreras Iglesia. Mereció la pena que el pasado domingo no estuviéramos con nuestros apuntes cofrades para que luciera en toda la página de esta Puerta del Mar el reportaje del manto que realizó nuestro compañero Eduardo Sugrañes. Pero volvemos. Sólo fue el paréntesis de un día. Un detalle: El manto se bendice mañana en el besamanos a la Virgen. No se lo pierdan.

Los itinerarios se van cerrando y hay algunos cambios, como el que va a introducir la Hermandad del Perdón, que tras la Procesión Magna asegura que hay que volver a recuperar su caminar por El Conquero, así que incluyen a la salida la avenida Manuel Siurot.

La Hermandad del Cautivo adelantará su salida para estar un poco de más de tiempo por las calles de su barrio, en esas horas tan hermosas que son las que les lleva hasta el Asilo de Ancianos Santa Teresa de Jornet.

Hay que volver a insistir un año más. El Consejo de Hermandades debería promover una jornada conjunta para hacer la gran recogida de alimentos que desde hace muchas décadas vienen realizando. Ahora otra organización suena ahora más que las cofradías. Y en esto también debemos sonar, no sólo en las disputas de cinco minutos en una esquina, de lo que todos se ríen cuando no se escandalizan por una actitud que nadie la entiende.