Batanero afirma que desde 2012 las administraciones conocen los "constantes atropellos" en el BIC
El arqueólogo atribuye la rápida actuación de la Junta y el Consistorio en este caso a "la destrucción provocada por la inacción anterior".
El arqueólogo Diego Batanero, responsable de las excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento La Orden-Seminario entre los años 2005 y 2008 (fue director de las mismas a partir de 2006) lamentó que se haya tenido que "destruir de manera flagrante y por dos veces el patrimonio" para que las administraciones actúen. El experto, denunciante del expolio anterior, alabó la rápida actuación de las administraciones en este último episodio (el jueves se detectó el movimiento de tierras y en menos de 48 horas ya estaba la denuncia presentada en el juzgado con copia al Seprona), aunque atribuyó esa premura a "la destrucción provocada por la inacción anterior".
En este sentido, aseguró que tanto la Junta como el Ayuntamiento conocen desde hace años que "de manera sistemática se estaban cometiendo constantes atropellos (agujeros o explanadas para acondicionar el espacio o aparcar al lado)", por lo que se preguntó "cómo, desde sus competencias, la junta y el Ayuntamiento no han adoptado ninguna medida, como la ubicación de carteles o bien informar a los comerciantes y usuarios del mercadillo".
Según indicó, tanto él como Juan Carlos Vera, asesor científico de las excavaciones, informaron a ambas administraciones de esta situación, e incluso mantuvieron una reunión en 2012 con el policía local de proximidad, responsable de la comisaría del Torrejón que se encargaba del mercadillo y visitaron la zona.
Bajo su punto de vista, la ubicación del mercadillo en ese espacio no es incompatible siempre que se respeten las normas. "Aquello está urbanizado y si se ciñe a ese espacio, al acerado y la calle, no hay problema. Lo que ocurre es que nadie le ha explicado al señor que va al Ayuntamiento, que pide su licencia y la paga, qué limitaciones tiene para el uso de ese espacio", señaló. Desde el Ayuntamiento no se pronunciaron ayer sobre la idoneidad o no de la ubicación del mercadillo en esta zona, así como respecto a un posible cambio de instalación del mismo.
En cuanto a los daños por los últimos movimientos de tierra, Batanero aseguró que, tras visitar el área afectada junto a Vera, han podido comprobar in situ que se han destruido estructuras arqueológicas, aunque se desconoce la naturaleza de las mismas. Sí se sabe, según prosiguió, que el espacio afectado está en el punto de encuentro entre dos viales donde coincidían varias estructuras: "Una de las tumbas más grandes de época calcolítica, del II o III milenio antes de Cristo, está a escasos cinco metros de uno de los agujeros; también coincide una necrópolis anterior, que es neolítica; algunas tumbas islámicas se localizaron justo a muy escasos metros; y la necrópolis visigoda". De este modo, el conjunto funerario que aparece en el Seminario tenía allí representación.
El catedrático de Arqueología y decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Huelva, Juan Campos, señaló que, a la espera de que los daños económicos sean valorados por la Delegación de Cultura, se sabe que se han tocado restos arqueológicos, "aunque afortunadamente a simple vista no se ve ninguna tumba o elemento importante de los que hasta ahora se han evaluado".
El responsable del Proyecto General de Investigación para los yacimientos arqueológicos que ya está en manos de los Servicios Centrales de la Consejería de Cultura, pendiente de su remisión a la Comisión Andaluza de Arqueología en los próximos días, precisó que en principio parece que "se han tocado restos en forma de fondos de cabaña y silos que aún están por valorarse" porque no se ha producido todavía ninguna limpieza de los perfiles. Sin embargo, aunque a simple vista pudiera parecer que no se trata de un gran atentado en cuanto a restos, "eso es pura casualidad porque podía haber aparecido una tumba de gran importancia".
En cuanto a las agresiones denunciadas por Batanero, Campos señaló que esta última sería un episodio más, aunque habría sido más evidente y además está reciente el anterior expolio: "Si no hubiera ocurrido lo otro, a lo mejor hubiera pasado inadvertido. No es tanto lo que ha pasado como lo que podía haber pasado y que hay que pararlo porque si seguimos así poco a poco nos quedamos sin yacimiento". En su opinión, la ubicación del mercadillo en esta zona es compatible con el BIC, pero siempre que no se superen los límites del vial.
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