Huelva de ayer a hoy

La visión ahora oculta del Barrio Obrero Reina Victoria

  • La fotografía de la postal marca la belleza de un espacio, al fondo y en alto el Barrio Obrero, sobre un recién trazado de calles camino de nuevas barriadas para la ciudad

Es la nueva Huelva que avanza desde El Punto. La zona baja vuelve a expandirse hacia los cabezos. Lo hace primero en el cabezo de San Cristóbal, donde la todo poderosa Rio Tinto Company Limited levanta de 1916 a 1929 su Barrio Obrero Reina Victoria, en honor a la reina de España y esposa de Alfonso XIII, rey que visitó la barriada en 1926 con ocasión del recibimiento del Vuelo del Plus Ultra.

Ofrecía una imagen especialmente hermosa desde la cuesta de San Cristóbal. Las casas que sorprenden por su diseño centro europeo y la alineación perfecta de calles. A lo que hay que sumar el lugar elegido, en un alto, creando además una ciudad jardín.

El Barrio Obrero, sin embargo, en este último siglo ha sufrido bastantes agresiones a su línea original. En verdad algunas lo que pretendían al principio es un poco de aire por las limitaciones de espacio que las mismas tenían. Ahora ocurre que hay ampliaciones de todo tipo que están deteriorando el estilo de las casas.

Es la eterna cuestión, pero nadie ha querido dar una solución cuando, además, se trata de un Bien de Interés Cultural que está sujeto a unas exigencias como cualquier otro edificio que cuenta con esta declaración por parte de la Junta de Andalucía.

Ahora se acometen unas obras en el Barrio Obrero, pero solo se queda en una actuación en el viario, que por otra parte es necesaria.

En el Barrio Obrero hace falta un estudio de las agresiones sufridas al estilo original y qué se puede hacer sabiendo del uso de vivienda. El que la ciudad presuma de este barrio, como también sus propietarios, lleva al compromiso de un análisis para minimizar los efectos que el paso del tiempo ha ido dejando huella en este grupo de casas tan especialmente singulares. Resolviendo también la necesidad de aparcamientos y evitando que los vehículos lo distorsionen. No es fácil buscar las soluciones que necesita el Barrio Obrero, pero se hace urgente ese esfuerzo, donde se pueda hablar incluso de buscar solución de aparcamiento, o de un uso de esa gran plaza que es sólo tierra en el interior de la urbanización.

No se puede alejar de la visita que es un Bien de Interés Cultural, sujeto a normas. E, igualmente, tampoco olvidar que los propios vecinos han mantenido las casas en el tiempo. Seguro que se busca una fórmula para armonizarlo todo.

Una imagen idílica de las casas

La postal ofrece una visión de las casas del Barrio Obrero en los cincuenta del pasado siglo. Elegantes sobre el cerro de San Cristóbal, una vista desde el cabezo de la Clínica de los Ingleses. Aporta, además, el espacio de alrededor, donde se ve el trazado de calles sobre la tierra que lleva hacia las nuevas barriadas de la Huerta Mena.

Una muralla de árboles que lo tapa

Los árboles crecen y, al final, lo que en un principio era un toque de belleza acaba tapándolo todo. Es lo que ha ocurrido con la masa de árboles en la ladera del cabezo del Barrio Obrero. Tanto han crecido que limita la belleza externa del barrio. Lo ahoga y asfixia y le roba al viandante la posibilidad de disfrutar de la belleza de este lugar tan emblemático para la ciudad. Al menos se podría dar solución con una poda continuada.

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