EL vuelo del Plus Ultra, al que le hemos dedicado en este mes un recuerdo con ocasión del 90 aniversario de la llegada a Huelva de los pilotos tras su triunfal raid, trajo hasta nuestra ciudad al rey Alfonso XIII, que recibió a los heroicos aviadores en la ría, en el crucero 'Cataluña', el 5 de abril de 1926. Una visita real que se aprovechó para que su majestad realizara un recorrido por distintos lugares de la ciudad, entre ellos el barrio que lleva el nombre de su esposa, la reina Victoria Eugenia. Se le denominó así por petición popular, como lo indica la Río Tinto Company Limited (RTC) cuando, el 30 de agosto de 1922, da cuenta al Ayuntamiento que: "A petición formulada por una comisión de obreros y empleados que viven en el Barrio Obrero, al sitio de San Cristóbal, de esta compañía se le ha dado el nombre de Barrio Reina Victoria".

Tomamos prestada esta fotografía que recuerda el paseo de su majestad por el Barrio Obrero Reina Victoria, publicada por José María Segovia en su 'Huelva, ayer' del diario Odiel, de 16 de noviembre de 1982, que le facilitó T. Durán. Apara el rey con el barrio al fondo, camino del cabezo donde se levantaría el hospital inglés. Una ocasión en la que la dirección de la RTC pudo enseñar un barrio modelo destinado a sus obreros.

El monarca, tras recibir a los marinos en la cubierta del 'Cataluña' desembarcó en Palos y acudió a La Rábida para el acto central y de ahí volver a Huelva, a donde había llegado por la mañana en tren. Arribó al muelle de la Punta del Sebo a las tres de la tarde, donde se le ofreció un almuerzo por la Junta de Obras del Puerto. Le acompañaban el infante Carlos, el cardenal arzobispo de la archidiócesis, Eustaquio Ilundain; el alcalde de la ciudad, Juan Quintero Báez, así como el comandante Franco; por parte del Puerto los anfitriones eran el presidente de su Junta, Tomás Domínguez Ortiz; y el ingeniero director, Francisco Montenegro.

De ahí Alfonso XIII se trasladó al Barrio Reina Victoria, no sin antes contemplar la actividad portuaria, conociendo el proyecto de ampliación del Puerto. La llegada al barrio se realizó a las cinco y media, con el ministro de Marina y otras personalidades. Aquí fue recibido por el director general de la Compañía Río Tinto Limited, Walter Browning, acompañado por el abogado de la compañía, José Sánchez Mora, y el doctor Haysen. En la crónica del diario de La Provincia, en su edición del mismo día 5, se indica que "el rey fue acogido con aclamaciones por los vecinos de la barriada, arrojándole las mujeres muchas flores". Examinó el plano de la barriada "que elogió mucho" y "don Alfonso recorrió las calles de la misma y los pabellones". Aquí debió pasar por el arco de la barriada en el que como hoy se puede leer Barrio Reina Victoria, entonces rematado por la corona real que desapareció con la llegada de la II República sin que aún se haya repuesto, ya que forma parte de lo diseñado en su día por Morgan. No se conserva tampoco la placa conmemorativa de esta visita, pero se puede leer en la postal de Roisin que se conserva en el Archivo Municipal de Huelva. Con el tiempo este espacio lo ocupó un azulejo que recuerda las obras del paseo dedicado a la Virgen de la Victoria, para su bajada el Miércoles Santo. Ahora, que se va a iniciar a final de año la celebración del centenario del Barrio Reina Victoria, recordando el registro de solicitud de la construcción, de 22 de diciembre de 1916, es el momento de recuperar la corona real que remataba el arco y la placa alusiva a la visita.

De aquí, el rey visitó las escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, dirigidas por Manuel Siurot, siendo muy elogiadas. Participó por la noche en la cena ofrecida por la Diputación de Huelva, que se celebró en el Hotel Colón, cedido por la RTC, destacando La Provincia "que además de ceder tan hermoso edificio, ha contribuido con la mayor eficacia al éxito de tan hermosa fiesta".