Bares y restaurantes recelan de instalar las terrazas el lunes
coronavirus
Las medidas de flexibilidad decretadas por el Ayuntamiento no convencen. Algunos propietarios de los establecimientos lo han decidido ya y otros esperarán a última hora

Bares y restaurantes de Huelva se debaten entre instalar o no las terrazas el próximo lunes, coincidiendo con la fase 1 de la desescalada por el coronavirus. Algunos propietarios de los establecimientos tienen claro lo que harán el día 11 en un sentido u otro (poner o no los veladores), pero otros tienen serias dudas y van a esperar al último momento para tomar una determinación. La incertidumbre les embarga por “la falta de concreción” de la normativa, porque aún no se han establecido con claridad los criterios y porque además podrían cambiar de una día para otro.
Por el momento recelan de la oferta realizada por el Ayuntamiento de Huelva de flexibilizar el reglamento y permitir a los establecimientos ampliar el espacio en el que se delimitan las terrazas para que no pierdan aforo. Y es que con la normativa en mano solo podrán ocupar el 50% del aforo permitido habitualmente. Por poner un ejemplo claro: si un bar de tapas o un restaurante instala normalmente diez mesas en la calle solo podrán colocar la mitad, es decir cinco.
No obstante, el Consistorio a va permitir la ampliación temporal, excepcional y en precario del espacio de las terrazas para la reapertura de la hostelería mediante un decreto, a fin de facilitar a los establecimientos esta adaptación y al mismo tiempo cumplir con la normativa de la desescalada, atendiendo a las necesidades de distanciamiento social y a la obligatoriedad de guardar una distancia física de al menos 2 metros entre las mesas o, en su caso, agrupaciones de mesas.
El Ayuntamiento responde así a una de las reivindicaciones de los hosteleros, “en los términos consensuados con el sector en las distintas reuniones mantenidas con las asociaciones en las últimas semanas”. El decreto no será operativo hasta la nueva orden ministerial que detallará cómo debe reglamentarse la instalación de las terrazas.
En cualquier caso, los propietarios del bar Pepe de la Rosa tienen claro que el lunes colocarán las mesas en la calle para que sus clientes puedan volver a degustar las tapas que ofrecen. Este bar pone a disposición de los clientes el servicio de comida a domicilio o para llevar.
Aunque se plantean varias cuestiones sobre lo adecuado de las franjas horarias establecidas para la salida de las personas de sus casas, su intención es colocar cinco mesas en pleno paseo de la Independencia. Así lo manifiesta su propietario Manuel de la Rosa. Su hermano, Eduardo de la Rosa, también tiene intención de hacerlo en El Tapeito, en Pablo Rada.
Distinto planteamiento tiene Leonardo Martín, propietario de La Bodega Brasería (también en el paseo de la Independencia) que a pesar de que tiene todo preparado está cargado de incertidumbre y esperará a última hora para instalar o no lo veladores. De ello dependerá una mayor flexibilidad de las autoridades.

Hasta el día 25 pospone el propietario del bar La Estrella, José Luis García, poner la terraza, a la espera de poder compaginarlo con la apertura al 50% del aforo en el interior de su establecimiento. Incluso ya tiene reserva para las mesas, pero va a esperar aunque está a la expectativa.
El bar Jerez también colocará en la puerta del establecimiento a partir del lunes mesas, pero serán solo para que sus clientes puedan tomar una cervecita, un vinito o cualquier otra bebida, explica su propietario, Enrique López, que también proporciona comida para llevar. La idea de los regentes de los cien Montadistos es proporcionar a sus clientes una mesa en la calle, en pleno centro de la ciudad.
Entre los establecimientos que sirve platos cocinados en el local y a domicilio está el bar La Teja que, sin embargo, ha declinado montar la terraza, como tampoco lo harán los dueños del bar Los Maestres.
El restaurante pizzería DaMichi, en el Nuevo Molino de la Vega, continuará ofreciendo comida para llevar pero tampoco instalará las mesas. Ello en parte, porque la demanda actual no permite emplear al cien por cien de la plantilla comenta Rafael Selfa, su propietario.
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