Huelva

Un Bachillerato en Huelva abierto al mundo

  • La primera promoción de alumnos con el Diploma Internacional de la provincia sale en mayo tras dos años de implantación en el IES Diego de Guzmán

Estatua que conmemora el 50 aniversario del IES Diego de Guzmán y Quesada en la entrada del centro.

Estatua que conmemora el 50 aniversario del IES Diego de Guzmán y Quesada en la entrada del centro. / Rafa del Barrio (Huelva)

“El IB (Bachillerato Internacional) forma a jóvenes solidarios, bien informados y ávidos de conocimiento, capaces de contribuir a crear un mundo mejor y más pacífico a través del entendimiento mutuo y del respeto intercultural”, es la declaración de principios de la organización que está detrás de este programa implantado desde hace dos cursos en el IES Diego de Guzmán y Quesada de la capital onubense. Es el único de la provincia que ofrece el Diploma en Bachillerato Internacional y en mayo saldrá la primera promoción, compuesta por trece jóvenes que han afrontado un plan de estudios exigente y diferente.

“En el Internacional piden mucho razonamiento y el otro es más mecánico”, explica Kristina, una de las alumnas de esta promoción pionera en Huelva, la única mujer además en la modalidad de ciencias tecnológicas y futura ingeniera mecánica. Esta primera hornada de alumnos con el Diploma del IB es la culminación de toda una carrera de obstáculos para el Femenino, que ya intentó su implantación en 2013 aunque no pudo ser. Desde entonces “siempre estaba el runrún”, admite el director del centro, José Antonio Vélez. Así que cuando salió la convocatoria y tras la resolución, “se hizo en ocho meses lo que normalmente lleva dos años” para no perder la oportunidad.

Rocío y Kristina son dos de los trece alumnos que saldrán en mayo con el Diploma de Bachillerato Internacional. Rocío y Kristina son dos de los trece alumnos que saldrán en mayo con el Diploma de Bachillerato Internacional.

Rocío y Kristina son dos de los trece alumnos que saldrán en mayo con el Diploma de Bachillerato Internacional. / Rafa del Barrio (Huelva)

Más de veinte profesores se formaban durante los fines de semana mientras el centro se acondicionaba bajo unos parámetros establecidos, muy estrictos, por los que tuvieron que acometer, entre otras medidas, una reforma considerable en los tres laboratorios con la instalación, por ejemplo, de “una ducha de ojos, que no sabíamos ni lo que era”, establecer acuerdos con bibliotecas públicas y una caja fuerte para guardar los exámenes, los mismos para todos los alumnos que cursan el IB en todos los centros de todos los países y de manera simultánea en el entorno europeo. Todo bajo la supervisión constante con visita incluida de consultores.

Teresa y Paola han comenzado este curso el Bachillerato Internacional procedentes de otros centros. Teresa y Paola han comenzado este curso el Bachillerato Internacional procedentes de otros centros.

Teresa y Paola han comenzado este curso el Bachillerato Internacional procedentes de otros centros. / Rafa del Barrio (Huelva)

“Para qué me habré metido”, es lo que se le ha llegado a pasar por la cabeza a Kristina en momentos de agobio, aunque “ya no”. Y es que junto a ella comenzaron a cursar el IB otros 29 compañeros de los que sólo han llegado trece a esta recta final antes de la universidad. Entonces, ni profesores ni alumnos tenían referentes a los que preguntar porque ellos son los que han abierto el camino, “somos novatos todos”, señala el director.

Lorenzo Castilla es el coordinador del Bachillerato Internacional y explica que es una formación diferente a la que se imparte en España en esta etapa educativa, en este caso en idioma español y con nivel superior de la primera lengua extranjera elegida. Los alumnos pueden acceder a las universidades españolas sin necesidad de someterse a la PEvAU por la vía de estudios extranjeros y también a muchas foráneas, que abren sus puertas a los dueños de estos diplomas. No obstante, muchos realizan la prueba de acceso para completar su nota.

“Se trata de una formación global con seis grupos de asignaturas y el alumno debe elegir una de cada”porque se fomenta la diversidad. El IB no se divide por cursos, por ello en mayo se examinan de los contenidos de los dos años académicos a través de una doble evaluación, una primera interna por parte de los docentes del centro y la externa, para la que se preparan con simulacros previos.

Gonzalo llega al Femenino este curso procedente del IES Estuaria. Gonzalo llega al Femenino este curso procedente del IES Estuaria.

Gonzalo llega al Femenino este curso procedente del IES Estuaria. / Rafa del Barrio (Huelva)

“Su currículum se completa con tres componentes troncales, dos de ellos fuera del horario escolar”, explica Castilla. Sí se desarrolla en el tiempo de clases Pensamiento crítico, que incluye debates, la elaboración de un ensayo además de actividades relacionadas con la expresión oral y con la indagación. Los dos componentes añadidos son una monografía de 4.000 palabras tutelada por un profesor del tema que elijan más el denominado CAS (Creatividad, Actividad y Servicio), “bajo el sentido de devolver a la sociedad lo que ésta les da”.

Es lo que más le gusta a Gonzalo, alumno de primer año que conoció el IB por su orientador en el IES Estuaria. “Me llamaba la atención y ahora que estoy aquí mis expectativas se han cumplido”. A través del CAS, Gonzalo participó como voluntario en el Mundial de Bádminton y en la First Lego League en la Universidad de Huelva, además de colaborar con Cáritas todos los viernes.

Beatriz López, coordinadora de CAS, en plena clase de Inglés. Beatriz López, coordinadora de CAS, en plena clase de Inglés.

Beatriz López, coordinadora de CAS, en plena clase de Inglés. / Rafa del Barrio (Huelva)

También procedentes de otros centros han llegado este curso Teresa, de Funcadia, y Paola, del Cardenal Spínola. La primera quiere estudiar en Estados Unidos o el Reino Unido. “Me ha costado”, admite, “pero voy a seguir”, momentos de tribulación por los que también ha pasado su compañera, que como una soldado del IB precisa que “quise desertar, pero seguí y ya estoy viendo lo positivo”. Ahora, valora disponer de “una educación muy personalizada” y disfruta de las clases de apoyo que da cada lunes a un grupo de niños dentro del CAS.

Es un gran diferencial respecto al currículum habitual y muy valorado por los alumnos. “Crea muy buenas relaciones entre nosotros y además podemos colaborar con la ciudad”, explica Rocío, también de esta primera promoción. Junto a sus compañeros ha recogido libros, colaborado con organizaciones como Cáritas,Madre Coraje y la Asociación contra el Cáncer, además de organizar actividades deportivas. “Siempre están inventando”, dice Beatriz López, la coordinadora de CAS, mientras cierra un cuarto atestado con artículos para Ucrania. “Desde la implantación del IB el centro ha cambiado” porque los alumnos del IB “no son un gueto en él, son parte activa e impulsan a los demás”, concluye el director.

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