La Asociación Agua Viva: 38 años de entrega con la formación y el bienestar de los onubenses

Actualmente se encuentran en una situación económica difícil para la que piden "empresas o socios colaboradores que quieran prestar su ayuda"

Así se trabaja la Asociación Agua Viva de Huelva, en imágenes

Clases de peluquería en la Asociación Agua Viva. / Mar Barriga

Tras 38 años de vida recién cumplidos, la Asociación Agua Viva sigue trabajando de una forma activa en su campo de acción para cubrir las necesidades de los habitantes del Distrito 6 de Huelva que comprende el barrio de El Higueral, Los Rosales y Pérez Cubillas. Una iniciativa puesta en marcha por el conocido sacerdote Francisco Girón que, comprometido con su barrio y la parroquia de San Pablo, puso en marcha este proyecto con la ayuda de varios matrimonios de vecinos para ofrecer formación y ayuda a los más necesitados.

Se trata de una asociación que actualmente está pasando por un momento complicado económicamente. La directora, Isabel Arteaga Macías, ha explicado que "necesitamos que se continúen con los proyectos, ya que hay un aumento de la demanda de ayudas sobre todo por parte de población latinoamericana y mujeres". Se encuentran en una situación inestable en la que, de ocho trabajadores se han reducido a tres que tienen que atender casos de diferente índole. Tal y como explica la presidenta, "dependemos de subvenciones y si se demoran necesitamos ayuda", por ello piden la colaboración de empresas o socios que quieran prestar su ayuda en esta iniciativa.

"Somos una entidad pequeña que queremos mantener la actividad y ampliarla porque con los que estamos no damos a basto", ha añadido Isabel. Según los datos registrados en Aguaviva, en 2022 se atendieron a 380 familias y hasta junio de 2023 han sido 191 las personas recibidas para tener orientación laboral y 380 las familias con atención directa.

Agua Viva se define por sus tres líneas de acción entre las que deja las puertas abiertas a todas las personas que necesiten ser escuchados. En primer lugar, ponen el foco en las familias, sobre todo inmigrantes, a las que ayudan con asesoramiento jurídico, escolarización de menores u homologación de títulos, entre otros. Otro de sus pilares fundamentales es la formación, dirigida a personas de cualquier edad que quieran reinventarse o acceder al mercado laboral. Además, también colaboran en el ámbito comunitario realizando actividades en la zona como la creación de la Asociación de Empresarios del Distrito.

Actividades en la Asociación Agua Viva. / Josué Correa

La labor que se realiza dentro de las familias es indispensable, en la que se dinamizan las tardes de los más pequeños para mantenerlos alejados de ambientes que no favorecen su buen desarrollo. Además, se ayuda a personas con dependencia, en la economía doméstica o se realizan acompañamientos a entidades bancarias. Se trata de un apoyo para que ninguno de sus integrantes se sienta solo en ningún aspecto de su vida.

Actualmente, desde Agua Viva han informado de que se ha experimentado un aumento de demanda además de extranjeros, de mujeres de más de 45 años que "llegan para reinventarse e incorporarse al mercado laboral con el objetivo de ayudar a su familia" o también se observan los usuarios que se acercan para reciclarse en su trabajo o para realizar cursos de digitalización.

Sobre los cursos de formación

La asociación Agua Viva ofrece una amplia gama de actividades formativas para mejorar la empleabilidad, en la que se imparten talleres con certificados profesionales o talleres prelaborales con el objetivo de que todo aquel que quiera incorporarse al mercado tenga una oportunidad para acceder sin trabas.

En lo que respecta a los talleres formativos se pueden realizar de peluquería, costura y estética. Por otro lado dentro de los talleres prelaborales prima la formación práctica para trabajar en el sector agrario con cursos de mozo de almacén, carretilla o manipulador de alimentos, o en el sector servicios con cuidados del hogar o cajeros.

Además, Agua Viva mantiene un acuerdo con empresas agrícolas con las que comparte una bolsa de empleo destinada a dar una salida a las personas que realizan los cursos formativos.

El espacio, ubicado en la calle El Granado número 37 a espaldas de la calle Honduras, da cobertura a todo tipo de necesidades y sus 38 años de vida dan testimonio del compromiso que acoge en el distrito en el que se han puesto a disposición de todos sus vecinos. Ahora es el momento de devolverle todo lo que han hecho por la comunidad con el objetivo solidario de que puedan seguir realizando una actividad tan necesaria para los barrios como esta, en la que son muchos los que han encontrado una segunda oportunidad.

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