Huelva

Alumnos del IES Fuentepiña de Huelva realizan cojines para mujeres con cáncer de mama

  • Treinta y cuatro estudiantes del ciclo de Atención a Personas con situación de Dependencia participan en la iniciativa

Algunas de las estudiantes con los cojines.

Algunas de las estudiantes con los cojines. / IES Fuentepiña (Huelva)

El pasado curso escolar, la profesora Carmen Peña inició en el Instituto de Educación Secundaria Fuentepiña el proyecto Corazones Solidarios. El objetivo era que estudiantes del Ciclo de Grado Medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia lo llevaran a cabo en el marco del módulo de Apoyo Domiciliario, de manera que tendría una base curricular y didáctica.

Peña adquirió las telas y el relleno para realizar el proyecto que consiste en la confección de cojines con forma de corazón para mujeres con cáncer de mama. La profesora se puso entonces en contacto con la Asociación Onubense de Cáncer de Mama Santa Águeda, entidad a la que donarían los cojines, para informarle de la iniciativa.

Cuando todo estaba a punto para que comenzara el proyecto llegó el coronavirus y no se pudo ejecutar. Hubo que esperar al presente curso escolar para llevarlo a cabo. Las profesoras Ángeles Ibarre y Elisa García tomaron el testigo de Carmen Peña y retomaron la iniciativa, en la que han participado treinta y cuatro estudiantes, la mayoría chicas, pertenecientes a dos grupos de primero del Ciclo de Grado Medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia.

El grupo de mañana está formado por diecinueve alumnos, y el de tarde, por quince. Ángeles Ibarre, que es la tutora del grupo de mañana, comentó que los cojines empezaron a confeccionarse en el segundo trimestre, concretamente en el mes de enero en el módulo de Apoyo Domiciliario.

Los estudiantes realizaron el proceso completo, recortaron las telas, las cosieron y rellenaron. Dedicaron a este proyecto tres horas a la semana y confeccionaron un total de treinta cojines. Ibarre señaló que las clases son semipresenciales, con lo cual una semana iban a la clase en el instituto una parte de los diecinueve alumnos y la otra semana, la otra parte. Se han organizado en los denominados grupos burbuja.

Los estudiantes tuvieron que esperar su turno para coger las máquinas de coser. La tutora destacó que sólo una alumna tenía alguna noción de costura y con este proyecto “todos han aprendido a coser, me siento muy orgullosa por ello”.

Ibarre manifestó que los estudiantes han estado “muy implicados con el proyecto, les ha gustado mucho la experiencia”, a lo que añadió que este Ciclo de Grado Medio “es el propio para hacer este tipo de cosas”. Indicó que los alumnos han realizado estos cojines con forma de corazón “que les van a servir a personas que están pasando por momentos complicados”.

Comentó que “para nosotros es imprescindible que los alumnos se impliquen”, incluso han aportado telas.

Una vez elaborados los treinta cojines con forma de corazón, se los entregaron a la Asociación Onubense de Cáncer de Mama Santa Águeda. Acudieron al instituto Lola y Carmen, que pertenecen a la asociación, para recogerlos. Éstas repartieron entre los estudiantes pulseras y camisetas y les explicaron el uso que se les dan a estos cojines.

Lola García, que es tesorera de la asociación, señaló que ya habían recibido cojines de otras entidades, entre ellas residencias de ancianos y asociaciones de mujeres, pero nunca de alumnos de un instituto, y “la experiencia de sensibilizar con este tema a gente joven nos motiva mucho”.

Incidió en la importancia de la prevención, en que “la gente joven empiece con las autoexploraciones”. Apuntó que “cada vez son más jóvenes las mujeres que padecen cáncer de mama”. También abordaron con los estudiantes la labor del voluntariado, “fue muy emotivo y agradable, nos mostraron la cara solidaria, responsable e implicada de la juventud”.

La tesorera de la Asociación Onubense de Cáncer de Mama Santa Águeda explicó que estos cojines se los entregan a aquellas mujeres que han sido intervenidas quirúrgicamente a causa de la enfermedad. Tras la operación, “tienes muchas molestias, dolor, en el brazo y el cojín con forma de corazón se pone debajo del brazo y alivia mucho el dolor y las molestias, son la secuelas del linfedema, no se drena bien y el brazo se inflama, y con el cojín te sientes más cómoda y te ayuda”.

García recomendó a los estudiantes que para el próximo curso pongan junto al cojín frases de ánimo. “Las mujeres operadas se muestran muy agradecidas cuando se los entregamos, sienten que no se encuentran solas ante la enfermedad”.

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