Un día como hoy de hace 29 años, el periódico Huelva Información presentaba la noticia: "ETA asesina en Vizcaya de un tiro a un policía de Riotinto". 

José Santana, natural de Riotinto, Huelva, se encontraba en un bar de la localidad vizcaína de Berango con otras tres personas. El onubense, de 37 años, casado y con tres hijos, había ingresado en el Cuerpo Nacional de Policía en 1979 y prestaba servicio en Bilbao desde 1982.

El atentado se llevó a cabo poco antes de las 20:00 del domingo 21 de agosto de 1994, en el Batkozi, sede del Partido Nacionalista Vasco de Berango, que se encontraba en ese momento lleno de gente, según informaciones ofrecidas por el Gobierno Civil de Vizcaya.

Según los testimonios de los presentes, fueron dos individuos, un hombre y una mujer, los que dispararon contra el policía, a quien alcanzaron en la cabeza y mataron en el acto. Hirieron también a uno de sus acompañantes en el brazo, José Benedicto Hierro, un anciano de 71 años que se encontraba jugando a las cartas con el policía, y que fue trasladado a un centro sanitario de la capital vizcaína.

Los agresores huyeron en un Mercedes de color blanco. Se trataba de un taxi robado momentos antes en una parada de Telletxe en Algorta. Una tercera persona aguardaba en el vehículo a los terroristas.

El coche, con el taxista oculto en el maletero, aparecería después en la calle San Nicolás de Algorta, a escasa distancia del lugar de los hechos. La zona donde fue hallado el vehículo fue rápidamente acordonada por las fuerzas de seguridad, que se encontraban en situación de alerta en previsión de actos terroristas durante la semana festiva que acababa de comenzar en la capital vizcaína.

En el lugar de los hechos se encontraron dos casquillos de nueve milímetros Parabellum, munición habitualmente utilizada por ETA.

El atentado por parte de ETA, se producía nada más iniciarse las fiestas de la Semana Grande de Bilbao y horas después de que los artificieros de la Policía lograran desactivar un artefacto explosivo colocado en una bolsa de basura. El paquete, con cinco kilos de explosivo, estaba dispuesto a ser explotado por control remoto al paso de una patrulla policial. Fue recogido por la dotación de un camión de limpieza y finalmente desactivo, después de que se recibiera una llamada de alerta al diario Egin. La Policía aseguró que el comando Vizcaya de ETA era el principal sospechoso de esta acción terrorista.

En vísperas de la Semana Grande, las calles de Bilbao habían aparecido plagadas de carteles en contra de los Erzaintza, la policía autónoma vasca. Los carteles, con la firma de la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS), pedían la dimisión del consejero y viceconsejero de Interior de Gobierno Vasco, Juan María Atuxa y José Manuel Martiarena, respectivamente. El cartel estaba encabezado por la leyenda 'Los cipayos también mienten, reprimen, turturan y asesinan'. Los mismos carteles también pedían la salida de Euskadi de la policía y los militares españoles y la disolución de la AVCS, uno de los cuerpos especiales de la Policía Autónoma Vasca.

Poco antes de las 22:00 del domingo de hace 29 años se produjo el levantamiento del cadáver de José Santana Ramos, que posteriormente fue trasladado por funcionarios del servicio funerario.

Testigos presenciales del atentado aseguraron que, cuando escucharon los impactos de bala, creyeron que se trataba de cohetes. Además, responsables del Batzoki explicaron que ninguna persona que se encontraba a cargo del local pudo ver nada, ya que todos se encontraban en la cocina en el momento del atentado.

Por su parte, Carlos Iturgaitz, secretario general del Partido Popular en el País Vasco, condenaba "enérgicamente" el atentado que costaba la vida del policía nacional onubense, al tiempo que emplazó al Gobierno a que pusiera "todos los medios a su alcance para seguir combatiendo la lacra del terrorismo".