Huelva

Adif trabaja en la cuarta versión de la estación del AVE de Huelva

  • Redactan un proyecto "digno pero más económico", a caballo entre las obras faraónicas y el polémico apeadero. Las obras de desvío de servicios de Las Metas terminarán esta primavera.

Ni torre de Calatrava, ni apeadero de Zapatero, ni el enorme voladizo de De La-Hoz. No hay dinero para obras faraónicas y lo que se cuece ahora para Huelva es una solución "digna, pero más económica". Según confirmaron ayer a Huelva Información desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), técnicos del organismo dependiente del Ministerio de Fomento trabajan actualmente en la redacción de una cuarta versión más acorde con las actuales limitaciones presupuestarias. Un proyecto que el ente estatal confía en culminar a lo largo de este año, mientras las obras de desvío de servicios que avanzan en el paraje de Las Metas se esperan finalizar para esta primavera.

Como explicaron desde Adif, se trata de una redefinición integral "con criterios de máxima eficiencia" de todos los elementos ferroviarios que estaban proyectados (vías, andenes, pabellones, accesos, aparcamientos...). "El objetivo -precisaron- es construir una nueva estación funcional y sostenible, capaz de atender las necesidades actuales y futuras de la ciudad". Para ello, además del edificio de viajeros, se está rediseñando la urbanización anexa y la infraestructura ferroviaria a ejecutar, planteándose un nuevo acceso directo desde la ciudad a la estación por el Norte, que implica actuaciones de adecuación y reordenación de la calle Francisco Luque para la demolición del viaducto de la Avenida de Cádiz.

Todavía no hay fecha definida para el derribo de este puente -incluido en el convenio que Adif firmó con el Ayuntamiento de Huelva la pasada primavera para desbloquear las obras de Las Metas-, contemplándose el completo desmantelamiento del vial y de la estructura de cruce con las Marismas del Titán hasta el núcleo urbano.

La accidentada odisea del AVE llega, pues, a otro punto de inflexión con el replanteamiento del proyecto. Todo lo anterior queda en literatura de ciencia-ficción. En Adif argumentan que es mejor adaptarse que esperar a que las arcas públicas puedan sugrafar una inversión de la envergadura que estaba prevista. Extraoficialmente se ha apuntado a que levantar en Las Metas la imponente estación que había diseñado Rafael De La-Hoz para la capital onubense podía rondar unos 50 millones de euros. El proyecto del prestigioso arquitecto cordobés ha tenido que sacrificarse por una solución viable, aunque las fechas de ejecución -así como la del propio trazado de Alta Velocidad- siguen siendo un misterio para Administración y administrados.

La llamada propuesta Punta Umbría, que concibió el equipo de De La-Hoz en una UTE entre su estudio y Aepo, se alzó en marzo de 2011 en un concurso convocado por Adif en el que compitieron 34 diseños. La maqueta fue presentada públicamente a cuatro bandas entre Adif, la Junta de Andalucía, la Diputación y el Ayuntamiento. Se consignó un presupuesto de 2,3 millones de euros para el contrato de servicios de redacción de los proyectos básico y de construcción de la nueva estación. Pero ésta era ya la tercera versión que conocieron los onubenses en el transcurso de cuatro años.

La primera y más impactante fue la de Santiago Calatrava, en diciembre de 2007. La anfitriona del acto de presentación de aquella maqueta fue la presidenta de la Diputación Provincial, la socialista Petronila Guerrero, (y el alcalde denunció la deslealtad institucional de que no le invitaran), contando con la presencia de la que fuera ministra de Fomento, Magdalena Álvarez y del propio arquitecto valenciano. Calatrava planteó la construcción de un rascacielos de 353 metros de altura, más alto que la Torre Eiffel, junto a una estilizada marquesina para la estación. En pleno terreno de marisma. Desde la oficialidad se habló después de "redimensionar" el proyecto y finalmente se descartó contratar a Calatrava "por su exagerado caché", por lo que esa torre salomónica rodeada de pinos durmió el sueño de los justos.

Dos años después, Adif sacó a licitación un pliego de condiciones para el proyecto de la infraestructura ferroviaria en el que figuraba un elemento que levantó bastante polémica: una pequeña estación "provisional" a la espera de que se pudiera invertir en otra que fuera lo suficientemente emblemática desde el punto de vista arquitectónico para una capital de provincia. Este edificio transitorio hubiera tenido 420 metros cuadrados y un presupuesto de 870.000 euros, pero también murió en la polvareda política y fue usado por el PP como arma arrojadiza contra el Gobierno de Zapatero, en una campaña de denuncia contra "el apeadero con el que los socialistas pretendían castigar a Huelva".

El agravio territorial desembocó dos años después en el concurso del que salió la maqueta de Rafael De La-Hoz que, por consenso, sí estaba a la altura de las circunstancias. Pero la sequía presupuestaria truncó el asunto y las coordenadas ahora están, forzosamente, ancladas en la búsqueda de una solución intermedia.

Ni es época para megalomanías ni nadie en un año electoral se atreve a presentar otro apeadero. O, como lo llamaron los periquistas, "el tren de la bruja".

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