Huelva

Huelva cierra 2018 con 1.134 casos de terrorismo machista activos en VioGén

  • De las 23 víctimas en riesgo extremo en España, una está en Huelva

  • Hay otras cuatro mujeres en situación de peligro alto

  • Ocho mujeres han denunciado a sus agresores en diciembre

Los efectivos del Grupo Hipatia de la Policía Local de Huelva, especialistas en violencia de género.

Los efectivos del Grupo Hipatia de la Policía Local de Huelva, especialistas en violencia de género. / Alberto Domínguez (Huelva)

Cuando una mujer presenta una denuncia por terrorismo machista ante la Policía Local, la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía, su caso entra a formar parte del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia (Sistema VioGén), impulsado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. A través de este sistema se realiza una predicción del nivel de riesgo en el que se encuentra la víctima y, atendiendo a él, se lleva a cabo un seguimiento policial para ofrecerles protección.

En la provincia de Huelva el ejercicio 2018 ha finalizado con 1.134 casos activos. Son ocho más que solo un mes antes y 61 más que en diciembre de 2017, cuando se contabilizaron 1.073, un incremento del 5,7% en doce meses. La excoordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Huelva, Eva Salazar, valora que, en efecto, "los casos son muchos, pero no están todos los que son; si denunciaran todas las víctimas, no habría cárcel para tanto".

De los 23 casos de mujeres en riesgo extremo que hay en España (cuatro en Andalucía), uno de ellos está localizado en Huelva y fue denunciado el mes pasado, como consta en el boletín estadístico del Ministerio del Interior. Esta víctima, que se ubica en el peldaño más alto del escalafón del riesgo, está bajo protección policial permanente. Será así hasta que cambien las circunstancias y el agresor deje de ser una amenaza inminente para su vida. A él también se le controla de forma continuada. Se vigila además la entrada y salida de los centros escolares de los hijos y se diseña un plan de seguridad personalizado para ella. "En estos casos corre serio peligro la vida de la mujer", observa Salazar.

La valoración policial del nivel de riesgo contempla 16 ítems: violencia física, violencia sexual, empleo de armas, amenazas explícitas, escalada de amenazas, violencia psíquica, daños o violencia sobre la vivienda, violencia y/o falta de conformidad del agresor hacia disposiciones judiciales cautelares, quebrantamiento de penas, conducta desafiante, antecedentes penales, abusos de sustancias tóxicas, actitudes en él que justifican la violencia, problemas patentes en las relaciones de pareja o laborales y financiero del atacante, y si tiene o no tendencia suicida.

Salazar señala que "las violencias pueden ser múltiples y la física es la más palpable, pero la violencia psicológica puede llegar a ser peor; hay mujeres que te dicen: "es que ya no me pega"; claro, es que no le hace falta pegarte porque te tiene completamente sometida".

La excoordinadora del IAM añade que a menudo ese proceso de control y sometimiento es tan brutal y deja tan noqueadas a las perjudicadas "que ni siquiera son capaces de ver la situación de peligro".

La estadística muestra a finales del extinto 2018 un total de cuatro casos en Huelva de mujeres en riesgo alto de violencia de género. No varía con respecto a noviembre, si bien en 2017 había siete mujeres catalogadas en esta situación. En estos asuntos activos las medidas policiales se centran en la vigilancia frecuente y aleatoria en el domicilio y lugar de trabajo de ella, también en la entrada o salida de los centros escolares de los hijos, además de insistir a la víctima en su traslado a un centro de acogida o al domicilio de un familiar, especialmente si no se ha procedido a la detención del autor. También se impulsa el seguimiento obligatorio del agresor con dispositivos electrónicos y el control esporádico de sus movimientos, aunque de una forma algo más relajada que en el caso de peligro extremo.

En riesgo medio en VioGén acabaron 70 mujeres que denunciaron haber sufrido violencia machista en la provincia, ocho más que en el mes de noviembre y ocho menos que en diciembre de 2017. A ellas de las vigila de forma individualizada de forma ocasional y aleatoria. Los policías o guardias civiles encargados de su protección pueden acompañarla a realizar las actuaciones pertinentes de carácter judicial, asistencial o administrativo. En esta situación estaba Cristina Marin, la joven asesinada en Lepe el pasado 7 de julio por su expareja, L.D.V., al que se decidió a denunciar solo dos semanas antes. Le asestó más de 15 puñaladas.

Otras 473 mujeres de Huelva aparecen en VioGén en nivel de riesgo bajo, 46 más que a finales de 2017. Es decir, se les facilitan números de teléfono de contacto permanente, se comunicación al agresor que la víctima dispone de un servicio policial de protección y, en el caso de que este tenga licencia de armas, se le requiere su entrega. También se deriva a la perjudicada a los servicios sociales y asistenciales.

Para las mujeres en riesgo no apreciado se establecen medidas para la revisión del nivel de riesgo cada tres meses) y, si es preciso, se les ofrecen medidas policiales de protección. En territorio onubense más de la mitad de los casos, 586 a 31 de diciembre, están inventariados en este escalafón. Son tres más que en noviembre y 25 más que en diciembre de hace dos años.

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