El PSOE espera cambios en el Gobierno y en la Ejecutiva este verano

El comité federal del 5 de julio y la comparecencia del Congreso del 9 de julio son los hitos claves para el anuncio de las remodelaciones

En el PP andaluz comienzan a verbalizar la posibilidad de adelantar las elecciones andaluzas

El ministro Carlos Cuerpo presenta su candidatura para presidir el Eurogrupo

Pedro Sánchez, el martes pasado en La Haya.
Pedro Sánchez, el martes pasado en La Haya. / Freek Van der Bergh/EFE

El PSOE espera que Pedro Sánchez realice cambios en la Ejecutiva que vayan más allá del relevo del secretario de Organización y afronte una renovación en el Gobierno como respuesta al caso de corrupción de Santos Cerdán. No habrá dimisión ni adelanto electoral, a pesar de que el daño a la marca del partido puede ir en aumento, pero sí otras respuestas. El presidente del Ejecutivo y líder socialista llega hoy a Sevilla para participar en la cumbre de Naciones Unidas, su agenda en los próximos días será plenamente institucional pero, al final de la próxima semana, reúne al comité federal, que es el órgano al que anunciará los cambios en la dirección del partido, según varias fuentes consultadas.

Eso será el 5 de julio, y cuatro días después, el 9 de julio, Sánchez interviene en el Congreso para explicar y dar cuenta del caso de mordidas que afectan a sus dos últimos secretarios de Organización y al Ministerio de Transporte. Algunos de los consultados opinan que sería en este ámbito, una vez dejado atrás el comité federal, donde Pedro Sánchez puede abordar una crisis de Gobierno. Julio también fue el mes en el que decidió la salida de Ábalos, de Carmen Calvo y de Iván Redondo del Gobierno.

Fernando Grande-Marlaska, en su escaño.
Fernando Grande-Marlaska, en su escaño. / EP

Cinco de sus ministros son candidatos a las próximas elecciones autonómicas y la primera en competir será la vicepresidenta María Jesús Montero, que debe dejar el Ejecutivo, como muy tarde, cuando Juanma Moreno convoque los comicios andaluces y se confeccionen las listas de los partidos. El ministro más cuestionado en el PSOE es el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, porque nadie acierta a explicar cómo el responsable político de la Guardia Civil y de la Policía Nacional desconocía, aunque fuese a rasgos generales, el sentido del informe que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita preparaba sobre Cerdán.

"Ferraz está vacío"

Varias fuentes consultadas en la dirección federal y en las secretarías provinciales de Andalucía dan por hecho que los cambios en la Ejecutiva serán más profundos que el nombramiento de un nuevo secretario de Organización. Santos Cerdán, que este lunes declara como imputado en el Tribunal Supremo, era como un director general para el partido, por él pasaba todo lo relativo a la vida interna del PSOE y ejercía de correa de transmisión entre Moncloa y Ferraz, tanto que era él quien ha venido negociando con Carles Puigdemont los apoyos de Junts al Gobierno y la ley de amnistía. Tal como explica uno de los críticos, "Ferraz está vacío" y el equipo más cercano a Cerdán, "desorientado".

El nombre que había venido sonando para este relevo es el de Óscar Puente, actual ministro de Transporte y ejecutor de los primeros ceses que se produjeron como consecuencia de las primeras revelaciones del caso de José Luis Ábalos. Pero los cambios llegarán a más. No se trata sólo de sanear las estructuras de Cerdán, que son herederas de las del ex ministro de Transportes, sino de dar una respuesta más contundente a la opinión pública.

Porque, hasta ahora, los cambios han sido escasos si se compara con la gravedad de la corrupción de los dos últimos secretarios de Organización. Uno de los secretarios andaluces ha explicado que "el PSOE necesita tiempo" para digerir lo sucedido y evaluar los daños, pero considera que Sánchez ha hecho bien en no convocar un congreso extraordinario ni en someterse a una cuestión de confianza porque, sobre todo, peligraba por el posible voto contrario de los diputados de Podemos.

Otro de los consultados entre los líderes de las provincias andaluzas considera, sin embargo, que la respuesta ha sido "mínima", que espera cambios más profundos y que, no obstante, cree que Sánchez está midiendo hasta dónde puede llegar la implicación de Cerdán. En este sentido, es significativo que el ex secretario de Organización formara parte del gabinete de crisis que Moncloa creó para hacer frente al informe que UCO antes de que que lo entregase al Tribunal Supremo y de que se conociese su contenido.

El comité federal del próximo sábado será largo. Sánchez está pidiendo que se expresen las opiniones de modo libre, y así ocurrió durante la reunión de la Ejecutiva que se celebró después de la salida de Santos Cerdán. Los críticos han subido el volumen, pero siguen sin tener peso en el PSOE para organizar una rebelión. No tienen masa suficiente. Como mucho, contando con los partidarios de Susana Díaz, de Emiliano García Page y de la gente que pudiera tener Adriana Lastra, no llegarían a más de un 25% entre la militancia, según algunas fuentes consultadas.

El peso de los críticos

Felipe González ha dado un paso más al reconocer en el programa de Carlos Alsina en Onda Cero que no votaría al PSOE si Pedro Sánchez es el próximo candidato a las generales. El ex presidente del Gobierno, artífice del nuevo PSOE que nació de la Transición, es uno de los referentes históricos de la organización, se le escucha con atención, pero ha estado en la oposición a Pedro Sánchez desde que en julio de 2023 logró formar una mayoría para su investidura. Y eso le quita fuerza para influir ahora en la militancia o en la dirección sobre cómo resolver la crisis abierta con Santos Cerdán.

Los críticos sostienen que Sánchez puede aguantar porque está en su naturaleza de resistente, pero creen que su permanencia daña de modo irreversible a la marca del PSOE. En este sentido coinciden con lo expresado esta misma semana por un grupo de históricos socialistas, entre los que se encontraban varios ex ministros de Felipe González, el ex presidente andaluz José Rodríguez de la Borbolla y destacados guerristas.

Otro de los cambios esperados es el del Gobierno. Cinco ministros deben presentarse a las elecciones autonómicas: Montero, en Andalucía; Diana Morant, en Valencia; Pilar Alegría, en Aragón; Ángel Víctor Torres, en Canarias, y Óscar López, en Madrid, aunque la primera es la vicepresidenta andaluza. La estrategia de Sánchez de involucrar a pesos pesados de su Ejecutivo en batallas regionales no ha dado sus frutos, al menos eso es lo que indican los sondeos. No hay un efecto Salvador Illa por ninguna parte.

Juanma Moreno comienza a verbalizar un posible adelanto electoral en Andalucía, una vez que apruebe los presupuestos de la Junta en diciembre. El argumento que está dando ahora es que el panorama nacional ha cambiado, aunque lo cierto es que en el PP de Andalucía hay quien le anima a recurrir a las elecciones ahora que Pedro Sánchez y el PSOE se sitúa en unos momentos muy bajos.

Cuando Moreno convoque, María Jesús Montero deberá salir del Gobierno y Sánchez tendrá que buscar una nueva ministra de Hacienda. La razón es que para ir en las listas autonómicas es necesario dejar de ser diputada nacional y ministra. Además del cuestionamiento de Grande-Marlaska, otro ministro que puede salir, aunque por razones bien distinta, es Carlos Cuerpo, titular de Economía, que acaba de presentar su candidatura para presidir el Eurogrupo.

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