El rocio

Los rocieros traen la alegría de la romería

  • Emigrantes es la primera en llegar al Monumento a la Virgen del Rocío

  • Huelva también fue recibida aquí por la corporación municipal

La comitiva de Huelva en su vuelta de la romería del Rocío.

La comitiva de Huelva en su vuelta de la romería del Rocío. / Gabriela Guidice

La vuelta de los simpecados de Emigrantes y Huelva echaron de nuevo a las calles a los onubenses, en un tarde tranquila y de paseo mientras se espera por la alameda Sundheim y la avenida de Italia a los rocieros, que este año tenían el punto de encuentro con la ciudad en el Monumento a la Virgen del Rocío.

A las 20:30 se escuchaba el tamboril de los peregrinos de Emigrantes que bajaban por la Plaza de España, en una hermosa estampa en la que el sol de la tarde adornaba la carreta que se viste de nuevo con flores frescas para entrar en la ciudad. Recuperaban así este año su entrada por la avenida de Guatemala, tras dejar la Punta del Sebo.

Traían el aire marismeños, el aroma a romero y la alegría en los ojos cansados pero contentos, como dice la sevillana. Así se le veía a Kiko Marín, el hermano mayor de Emigrantes, en el saludo que le hacía el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz. Hicieron la ofrenda de flores al Monumento de la Virgen del Rocío, para cantar la emocionada y alegre salve de Emigrantes que fue seguida por las palmas y los vivas.

Este año la comitiva siguió por la avenida de Italia, como a la salida, por las obras del Banco de España en la Plaza de las Monjas. Esto llevó a que el recibimiento de la ciudad se prolongara por esta avenida. Siguieron por el mercado para entrar por el lateral de este y acceder a la avenida de Italia y de ahí llevar los aires de la vuelta hacia la la Merced y el Molino.

No se cruzaron las comitivas. Aunque sí se escuchaban al unísono por Doce de Octubre los tamborileros y los cohetes que anunciaban al cielo la presencia de los romeros, que han vivido un Rocío muy especial marcado por el centenario de la coronación canónica de la Virgen del Rocío y la apertura del Año Jubilar.La Hermandad de Huelva se organizó en la Comandancia de Marina como es tradicional, tras llegar desde la Punta del Sebo recorriendo toda la Ría de Huelva. En la comitiva se incorporaba portando el guión asuncionista la hermana mayor electa para el próximo año, Desiré Márquez.

Numerosos peregrinos tras el Simpecado con la alegría de las canciones a la Virgen y los vivas, que se unían a ese grito de Huelva, Huelva... y las palmas al compás que le hace tan característico su caminar. No le faltó emoción ni belleza a la carreta del Simpecado, hermosamente exornada para este encuentro con la ciudad.De nuevo el punto de encuentro fue en el Monumento a al Virgen del Rocío. Allí la corporación, encabezada por su alcalde Gabriel Cruz, ofrecía igualmente el saludo de la ciudad.

El sacerdote José Antonio Omist, director espiritual de la hermandad, agradecía a la Virgen la llegada tras la romería y se le rezaba la Salve. En el rostro de Carlos Quintero, el hermano mayor de Huelva, se dibujaba la felicidad por esta hermosa romería, y lanzaba al aire los vivas a la Virgen en este encuentro con Huelva.

Les esperaba luego la alameda Sundheim y la tradicional cuesta de San Cristóbal para enfilar hacia la Isla Chica, la iglesia del Rocío y llegar a su casa de hermandad.

Los rocieros de Emigrantes y Huelva ofrecieron una tarde que se escribe entre la alegría de lo vivido y la nostalgia esperando ya un nuevo Rocío, con los Vivas a la Blanca Paloma.

Ahora a esperar el encuentro en las hermandades con el tradicional gazpacho rociero, que acercarán los recuerdos de tantas vivencias de este año y darán paso a un nuevo año que, de alguna forma, se iniciará para los nuevos hermanos mayores con el traslado de la Virgen del Rocío vestida de Pastora a su pueblo de Almonte, en la jornada del 19 de agosto.

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