Las casas hermandad, un refugio contra el calor veraniego de El Rocío 2025: "¡Aquí no te va a faltar de nada!"

El Rocío/El calor no merma la devoción, pero tampoco el disfrute ni las ganas de convivir en familia. Después de las presentaciones, las filiales, las peñas y hermanos vuelven a su refugio: la casa hermandad, donde todo el mundo entra y sale, y nunca falta un plato de comida, un vaso con bebida fresquita y palabras de cariño para los que cruzan sus barandillas. Hay gente que viene expresamente a "echar el día" desde fuera. Otros lo toman como el momento perfecto para coger impulso después del largo camino que los llevaba el viernes hasta la aldea.

Es la única forma de sobrevivir a un Rocío tardío de junio. "Una vez que el Simpecado llega a la ermita hasta las plantas de la Virgen, volvemos a casa y ya estamos de fiesta. El ambiente es de felicidad por haber hecho el camino y, para la Hermandad de Moguer, comienza realmente la romería cuando acaba la presentación del sábado", contaba Juan a Huelva Información desde la casa del municipio onubense, una de las que gozan de un lugar privilegiado en la aldea.

El sábado es de disfrute en familia y también de descanso, aún más este año. "Un día muy especial y el día más fuerte del Rocío. Una jornada de felicidad y de alegría, porque cada etapa de la romería tiene su esencia. La prueba de ello es que la casa hermandad está llena", decía Paco Cruz, uno de los que disfruta de las vistas que ofrece una plaza abarrotada y el gentío.

En otra de las casas onubenses, la de La Palma del Condado, los platos de chacinas, jamón y lo mejor del producto de Huelva vuelan de una mano a otra. Los de la reunión Ruina Pura, una de las más numerosas y veteranas de la hermandad, no se pierden un sábado rociero. "Disfrutamos enormemente, somos rocieros desde pequeños. Lo más importante de hoy es la presentación, pero ahora volvemos y esperamos al resto de actos, aunque son muchos los directivos de la hermandad los que asisten a algunos de ellos", contaba José Francisco Suárez a este periódico sobre la agenda rociera.

Además de la fe y de la peregrinación hasta la ermita rociera, "motivo que nos empuja a venir cada año", no se entiende El Rocío sin su tradición romera y su celebración. "Venimos todos los años y acompañando a nuestro Simpecado", decía Javier Martínez, uno de los jóvenes que no se pierde una romería. Yo cuando vengo, cuando hago el camino, me llega al alma. Por aquí la gente sabe vivir y sabe disfrutar. La gente es buena. Te acogen y te tratan muy bien, y eso es lo que entendemos por sentimiento rociero. ¡Aquí no te va a faltar nunca de nada!".