Antonio, el dueño del bar de El Rocío que protagonizó 'Pesadilla en la cocina' con Chicote, abre un nuevo restaurante
Antonio ha mantenido la línea de lo que ofrecía en El Rocío. Estas son algunas de las raciones (de 8 a 14 euros) y medias raciones (de 4 a 8 euros) que ofrece ahora La Concha en Chillón
Nueva vida para el bar de Huelva transformado por Chicote: "'Pesadilla en la cocina' lo cambió todo en dos días"

En marzo del 2024 cerraba sus puertas Taberna La Concha, en El Rocío. Un local que saltó a la fama después de que el cocinero Alberto Chicote grabara su famoso programa de televisión Pesadilla en la cocina mostrando el cambio.
Antonio, el dueño del establecimiento, se hizo con el público por su actitud y sus continuos enfrentamientos con Chicote, tanto en la primera como en la segunda ocasión en la que el cocinero fue a visitar su restaurante. Es por eso que muchos onubenses lamentaron la noticia del cierre del local el pasado año. Una clausura que se dio a conocer a través de las redes, desde donde los propietarios de la taberna emitían un comunicado en el que aseguraban que cerraban el local "por motivos familiares" desde el 1 de abril de 2024.
Anunciaban entonces que en mayo abrirían otro local en Chillón, Ciudad Real, donde está el pueblo natal de Antonio.
¿Cómo es La Concha de Chillón?
Antonio ha mantenido la línea de lo que ofrecía en El Rocío, con una variada carta de raciones (de 8 a 14 euros) y medias raciones (de 4 a 8 euros). Los comensales pueden encontrar opciones como la ensalada tropical, ensaladilla de gambas (¿ya no serán las microgambas que probó Chicote?), tomate rociero, croquetas caseras, revuelto de ajetes o albóndigas en salsa. En carnes, guarrillo frito con ajos, orejas fritas, pluma y otros cortes ibéricos y en pescados ofrece tortillitas de camarones, cazón en adobo, puntillitas e incluso coquinas. Todo un desafío para un restaurante de tierra adentro. Antonio y su equipo también sirven bocatas, a 5 euros, de pechuga, lomo a la plancha, serranitos o roscas al gusto del cliente.
El menú del día es de 10 euros en laborables y 12 euros los festivos. Precios realmente imbatibles en cualquier punto de España en estos momentos. La Concha de Chillón también ofrece el servicio de banquetes ya que tiene un salón para 200 comensales.
A Antonio "el de Chicote" le va mejor en reseñas en su nueva localización. Ha incluido el teléfono móvil para reservas aunque el propietario está al quite de las críticas y no le gusta que le recuerden su paso por el programa. El que quiera probar lo nuevo de La Concha debe acudir hasta esta localidad para comprobar esta evolución desde la experiencia de más de diez años en El Rocío.
El paso de Chicote por Taberna La Concha
A pesar de que el chef y propietario del local, Antonio José Franco, se mostró "decepcionado" con la imagen que trasladaron las cámaras a nivel personal y de su restaurante, lo cierto es que estrenar la tercera temporada del culinario reallity le permitió incrementar su clientela y consolidar su negocio.
A pesar de todo, el empresario castellanomanchego relataba a este periódico en 2014 que no volvería a repetir la experiencia. "Viví días de enorme tensión", aseguraba mientras añadía que fue sometido a una enorme presión en busca de esas escenas que tanto venden en televisión por el morbo que suscita. "Ellos saben que me enciendo rápido, pero también que soy como la gaseosa, que de inmediato me vengo abajo. Lo sabían y me taladraron constantemente".
En cualquier caso, el hostelero recordaba que los participantes firman un contrato con la productoraque les impide contar los entresijos del programa, aquello que se cuece tras los fogones y que no ven los telespectadores.
Es un modo de preservar la magia y también que el programa se rige por un guión muy encorsetado que repite una y otra vez la misma fórmula: mostrar las penurias por las que atraviesan los dueños de los centros de restauración y cómo resurgen tras la visita de Chicote. Sin embargo, el cocinero afincado en El Rocío recordaba por aquel entonces que el programa se grababa en sólo seis días, "de lunes a sábado". Poco tiempo como para poder asimilar consejos de gestión o de cocina que permita reflotar un negocio. Así lo sentenciaba, explicando que "sólo hablé con Alberto frente a la cámara. Él y su equipo se hospedaban aquí en la aldea, pero sólo les veía cuando venían a grabar".
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Ertico