Como cada año, las hermandades del Rocío de Ayamonte e Isla Cristina abrieron a primera hora de ayer lunes en la provincia de Huelva la senda romera, que llevará a miles de peregrinos de ambos municipios hasta las plantas de la Blanca Paloma.

El caminar de las dos comitivas se inició en ambos casos a primera hora de la mañana, poco después del amanecer. Tras la misa de romeros, los peregrinos pudieron sentir el calor de los miles de vecinos que se echaron a la calle para a despedir los simpecados de ambas Hermandades durante sus vistosos recorridos urbanos, donde no faltaron petaladas, vivas a la Virgen y cantes dedicados a la Reina de las Marismas.

En el caso de la Hermandad de Isla Cristina la comitiva está formada este año por unos 600 peregrinos y 24 carretas, a lo que se suman una treintena de vehículos de tracción animal y caballistas. Unas cifras que, según subrayó el presidente de la hermandad isleña, Pedro Álvarez, “sigue la línea ascendente de los últimos años”. Para Álvarez lo peor este año son las altas temperaturas que se prevén para estos días, aunque añadió que lo verdaderamente importante es que “a cada paso que demos estaremos más cerca de la Virgen del Rocío” a lo que añadió que “el encuentro con Nuestra Madre del Rocío suple todos los sacrificios a los que tengamos que hacer frente durante el camino”.

El máximo representante de la hermandad costera, que este año ejerce de hermana mayor, también destacó que para la presente edición de la romería del Rocío, además de “mejoras importantes” en las casas de hermandad tanto de Isla Cristina como de la propia aldea almonteña, “lo más significativo” es el nuevo cajón del carro del simpecado, con el que se concluye un “ambicioso proyecto” que se inició el pasado año y que ya es una realidad.

Al son del tamboril, y con el sonido de los cascos de los caballos de fondo, los peregrinos isleños se despidieron sobre las 8:30 de su casa de hermandad, en la plaza de San Francisco, nada más concluir la misa de romeros y no sin antes decir adiós a la Hermandad del Cautivo -sita en la misma plaza-, y recibir una intensa y emotiva petalada.

Como pueblo eminentemente marinero, la comitiva se trasladó posteriormente al muelle pesquero, donde los responsables de la lonja ofrendaron flores al simpecado y un refrigerio a los peregrinos. Además, los miembros de la junta de gobierno de la hermandad rociera cantaron la salve mariana de cara a la ría del Carreras, a la que arrojaron flores en recuerdo de los marineros desaparecidos.

El siguiente punto fue el puesto de la Guardia Civil de Isla Cristina, donde el Instituto Armado obsequió un ramo de flores al simpecado, a la vez que recibió de la Hermandad una placa conmemorativa del 175 Aniversario de la Fundación del benemérito cuerpo.

Tras la obligada visita al templo de Nuestra Señora de los Dolores, donde la carreta y los peregrinos fueron recibidos con un sonoro repique de campanas, la comitiva volvió a parar en el monumento al marinero, junto al que fueron depositadas flores y donde se rezó una oración en honor de los marineros locales fallecidos en la mar.

A partir de ese momento los niños se convirtieron un año más en los auténticos protagonistas del recorrido, flanqueando al simpecado a su paso junto al colegio El Carmen y la guardería La Higuerita, y finalmente al colegio El Molino, ya en la Ronda Norte isleña. Algunos escolares interpretaron, al paso del simpecado, sevillanas expresamente compuestas para la ocasión, regalando tanto a peregrinos como a vecinos en general algunos de los momentos más intensos y emotivos del recorrido urbano de la comitiva rociera por las calles isleñas.

También se despidió la carreta del Simpecado de la casa de la Hermandad de la Virgen del Carmen de Isla Cristina, justo antes de enfilar el puente sobre la ría del Carreras que puso a los peregrinos de forma definitiva en el camino hacia El Rocío.

La primera parada del camino tuvo lugar en la barriada de Pozo del Camino, donde se despidió de su Patrona, María Auxiliadora, con ofrenda floral y canto de la salve incluidos. La caravana avanzó posteriormente hacia La Redondela, donde visitó también a su patrona, Nuestra Señora de la Esperanza, para rezar el Ángelus junto a Ella.

Más adelante, la comitiva paró en el recinto romero de Lepe, donde también fue visitada la Virgen de la Bella, para sestear posteriormente en el polígono Nuevas Técnicas de Riego, en el término municipal de esta misma localidad.

La primera parada de la tarde fue ante la Virgen del Rosario, patrona de Cartaya, localidad en la que los peregrinos recibieron el calor de numerosos vecinos y en la que se produjo la primera pernocta del camino.

La jornada de hoy martes se iniciará a las ocho de la mañana con la lectura de la Palabra ante el simpecado y el canto de la Salve. La parada para el sesteo está programada en el Club Hípico de Aljaraque y por la tarde se visitará en Gibraleón al Santísimo Cristo de la Sangre en compañía de los miembros de la Hermandad del Rocío olontense. La pernocta tendrá lugar en el recinto romero de San Isidro de esta misma localidad.

Mañana miércoles el camino se inicia a las 7:30, para sestear a mediodía en el recinto romero moguereño de Montemayor, y pernoctar en Bodegones; mientras que el jueves la salida hacia la aldea de El Rocío se producirá a las 08:00. A las doce está previsto el rezo del Ángelus en el paraje de Gato junto con las Hermandades de Palos de la Frontera, Ayamonte y San Juan del Puerto, para arribar finalmente a la casa de la Hermandad isleña en la aldea almonteña a las 18:30.

La presentación de la Hermandad del Rocío de Isla Cristina ante la Blanca Paloma será el sábado. Ya el domingo participará en la misa de Pentecostés, para emprender el camino de regreso el martes, 11 de junio a las 8:00. La llegada a Isla Cristina está programada para la tarde del jueves, 13 de junio.