Santiago Padilla: "Almonte ha sabido esperar"
Entrevista al presidente de la Hermandad Matriz de Almonte
Señala que "el latido de la devoción rociera ha permanecido muy vivo en medio de esta gran tormenta"
Apunta que ha aprendido que "no todo está escrito en la historia del Rocío"

Asegura que todo lo que viene lo vive con mucha responsabilidad porque hay mucho en juego como institución y como pueblo. Pero también con alegría y con ilusión. Y tiene una agenda en la que prácticamente no quedan huecos. Porque lo que faltan son horas en el día. El presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla, nos recibe en la casa de hermandad, días previos a la procesión que tiene lugar hoy. Y analiza el camino desde que irrumpió la pandemia hasta ahora, cuando la procesión, el traslado y la Romería centran, por fin, toda la atención. Ahora el protagonismo es para la Virgen del Rocío. Aunque de alguna u otra manera siempre lo ha sido.
-Han pasado nueve años. Almonte ha esperado más que nadie.
-Pues sí, y ha sabido esperar. Ha sido un camino difícil sobre todo porque la espera no ha sido una espera voluntaria, deseada, sino que ha sido una espera obligada por una circunstancia extraordinaria. Afortunadamente está en vías de superarse y la mejor prueba de ello es que podemos hacer una convocatoria de esta magnitud, que va a traer a mucha gente a Almonte, y que va a ser, lógicamente, un momento muy emocionante para el pueblo de Almonte, para los almonteños y para muchos rocieros que vendrán a disfrutar y a vivir este momento tan especial.
-Es verdad que Almonte ha esperado más que nadie pero también es verdad que ha tenido a la Virgen más que nunca, ¿ha sido el mejor consuelo en estos 2 años?
-Evidentemente el tener a la Virgen cerca siempre es motivo de consuelo para cualquier almonteño y para cualquier rociero. Pero es verdad que esto no estaba previsto así, las circunstancias han hecho que la Virgen estuviera en Almonte cuando estalló la crisis sanitaria. De no haber sido así hubiéramos tenido un problema porque no sé en qué circunstancias, en otro momento de la historia cuando había epidemia se traía a la Virgen; con este tipo de enfermedad no sé cómo se hubiese podido solucionar eso. En todo caso, la Virgen que siempre va por delante de nosotros pues estaba aquí, y el hecho de que estuviera aquí ha sido un motivo de consuelo para los almonteños.
-Han sido dos años sin romería, sin camino, sin carretas, sin trajes de flamenca... y ¿no le da la sensación que la Virgen ha estado presente más que nunca?
-Sin duda. Hemos tenido que cambiar la forma de relacionarnos con Ella y, bueno, el mundo digital ha dado un salto importantísimo. No ha faltado una imagen de la Virgen ningún día. Incluso cuando la parroquia estuvo cerrada. A través de la televisión local de Almonte, que nunca tendremos palabras suficientes para agradecer el trabajo que hicieron, y a través de las redes sociales, entre ellas las propias de la Hermandad Matriz, la Virgen ha estado en ese rito también diario del rezo de la Salve. Y hay mucha gente que a través de las redes sociales ha podido mantener viva su devoción a la Virgen. Lo que hemos hecho, como en tantas otras realidades, ha sido adaptarnos. Es verdad también que, creo, tanto la Hermandad Matriz como nuestras hermandad filiales y asociaciones, hemos hecho un esfuerzo de adaptación muy grande y uno de los resultados ha sido que el latido de la devoción rociera ha permanecido muy vivo en medio de esta gran tormenta que hemos vivido durante dos años.
-Tanto la Matriz como las filiales y asociaciones han tenido que tirar de imaginación y creatividad -acciones, actos y eventos- para seguir al lado de la Virgen. Y, al fin y al cabo, se han hecho cosas históricas.
-Sí. La verdad que la situación nos hubiera invitado a pararnos, a esperar a que escampara esta situación pero no lo hemos hecho así, al contrario. Como bien dice hemos dinamizado, en niveles que no tienen que envidiar nada a otros momentos, con iniciativas de muy diverso significado. Con un apartado muy importante que ha sido el tema social tanto de la Hermandad Matriz como de las hermandades filiales, incluso al principio fabricando mascarillas caseras, equipos EPI... El Rocío siempre ha tenido una sensibilidad especial por los temas sociales y ha estado a la altura de las circunstancias y hemos mantenido ese pulso haciendo las actividades que esta situación nos permitía. Y concretamente, desde la Hermandad Matriz hemos hecho un despliegue de exposiciones y actos culturales muy importante a lo largo de estos tres años en distintos lugares: Almonte, Jerez, Huelva y Sevilla; en los que hemos contado con la complicidad de las hermandades locales y con otras muchas instituciones. Y todo esto ha permitido que este tránsito tan difícil y tan extraño haya sido un poquito más verdadero.

-¿La pandemia ha provocado que se consolide la fe a la Virgen del Rocío?
-Uno de los efectos que históricamente han tenido estas situaciones ha sido fortalecer los cimientos de la devoción rociera. Esto es algo que está por ver aunque es verdad que tenemos ya indicadores importantes que nos hablan de que El Rocío, la devoción rociera con sus hermandades, ha superado con nota alta esta situación. Y, evidentemente, la Virgen ha sido un motivo de consuelo, no solo para el pueblo de Almonte sino para muchas personas que han vuelto sus ojos a la Virgen y que en medio de tantas circunstancias difíciles de salud, de economía, familiares... ha sido un elemento de consuelo y de esperanza.
-¿Qué ha aprendido como presidente en estos dos últimos años?
-Que no todo está escrito en la historia del Rocío y que tenemos que estar preparados para situaciones inimaginables. Nunca hubiera imaginado este tránsito que hemos tenido que hacer con tantos impedimentos. Y la capacidad de adaptación, que creo que es consustanciada a la naturaleza humana de que las situaciones más difíciles que se nos puedan presentar pues que tenemos una capacidad importante de adaptación. Y en este caso confiando en la Virgen, poniendo en sus manos nuestra mejor voluntad, nuestras escasas fuerzas. Ella también ha ido por delante, de alguna manera, guiando el camino que tenemos que hacer para sortear todas estas dificultades.
-Vienen tres fechas consecutivas que pretenden ser históricas. Procesión, traslado y romería. ¿Cuál es la previsión de asistencia?
-Si nos atenemos a las referencias próximas que tenemos de otras convocatorias importantes festivas, llámese la Semana Santa, la Feria de Abril, las Fallas...pues la gente ha perdido dos años de experiencia y disfrute y no quiere perderse este primer año. Esperamos que puedan ser acontecimientos muy participados. En este sentido tenemos que hacer un llamamiento a la prudencia porque desgraciadamente la pandemia no está superada. Es verdad que estamos en una fase distinta, que está más controlada, pero debemos de apelar a la prudencia. Al final, la mejor medida que tenemos ahora para protegernos es lo que cada uno hagamos en cada momento. Estamos encantados de que vengan muchas personas pero también tenemos la obligación de hacer ese llamamiento a la prudencia y a la cautela.
-¿Ha sido el año más complicado de organizar estos acontecimientos?
-En condiciones normales la vuelta de la Virgen y la Romería unidas en el tiempo siempre es un escenario complicado. En quince días se acumulan tres convocatorias masivas, muchas tensiones, muchas emociones, mucho sentimiento... y si a eso le añadimos que durante dos años no se ha podido celebrar la Romería, que ha habido cambios importantes en las personas que son responsables de los dispositivos del Plan Romero, que ha habido cambios en las hermandades, que las maquinarias no están tan engrasadas como han estado de 2019 para atrás, pues son elementos que añaden complejidad al calendario que tenemos por delante. Pero estoy convencido que como siempre van a poner lo mejor de sí todos esos profesionales -Plan Romero- de los distintos dispositivos y si Dios quiere todo se va a desenvolver de la manera que todos ambicionamos y tenemos ilusión.
-La principal novedad de la procesión de Reina por Almonte es el estreno de las nuevas andas.
-Era un proyecto al que hemos dedicado cerca de tres años, que ha tenido muchos altibajos porque ha tenido que sortear también todas las dificultades que nos ha traído la pandemia. Y que, bueno, hay que probar. Tiene detrás un trabajo de ingeniería muy importante, se han incorporado materiales nuevos que hasta ahora no se habían utilizado, materiales resistentes y más ligeros; y el trabajo artístico que gracias a Dios ha tenido una aceptación general muy favorable. Y ya digo, habrá que probar en Almonte, en una procesión muy complicada porque el entorno es distinto completamente al que tenemos en la aldea; y ojalá que ese esfuerzo que se ha hecho nos dé los frutos que queremos que es que tengamos una gran procesión en el que sobre todo se hable de lo bien que procesionó la Virgen por las calles de Almonte.
-Se ha conseguido mantener la tradición de las salvas de escopeta, una de las señas de identidad.
-Efectivamente, las salvas de escopeta son una de las señas de identidad de la Venida y de la Vuelta de la Virgen. Y es verdad que se ha visto muy mermada por las iniciativas que se tomaron siguiendo las directrices de esta norma cuando la Virgen vino, que hubo algunas sanciones. Y que pese que advertimos que esto era un problema porque era poner en cuestión una tradición importante pues parece que se ha llegado a una solución que modula estas salvas de escopeta. Hay que entender también que el pueblo ha crecido mucho, ya hoy no conocemos a todos los vecinos; desgraciadamente desde los atentados de las Torres Gemelas hemos visto verdaderos disparates en muchos sitios, y todo eso tenemos que entender que la autoridad tiene que tomar algún tipo de medida, de control, para que no se pueda escapar por ningún resorte algún loco que pueda generar una situación indeseada. Eso tenemos que entenderlo. Pero de ahí a prácticamente cerrar el grifo y que no pudiera actuar pues me parece que había otras posibilidades y eso es a lo que parece que se ha llegado, a buscar un escenario que no sea tan complicado sacar la escopeta y poder saludar a la Virgen con esas salvas que es una manera también de expresar la alegría de este momento especial que vamos a vivir.
-En el plano económico están los negocios de Almonte, que han tenido dos años más a la Virgen a su vera con lo que ello supone, pero también están los de la aldea, que la llevan echando de menos el mismo tiempo. ¿Cómo se equilibra esa balanza?
-Ese equilibrio se ha desequilibrado totalmente en este traslado por la estancia prolongada de la Virgen en Almonte. Diría que el escenario comercial de la aldea del Rocío ha cambiado bastante. Si nos ponemos a analizar quiénes son los gestores de los negocios que están ahora mismo, no tienen nada que ver los que había en agosto 2019 con los que hay en mayo de 2022. Siempre cuando la Virgen falta 9 meses ya es un problema, pues podemos imaginar si en vez de 9 son treinta y tantos el problema que ha generado, sin contar con los cierres perimetrales, con los cierres entre provincias, con los cierres totales de los negocios, con las limitaciones de horarios, con las limitaciones de aforo... es decir, realmente los negocios de la aldea particularmente han sufrido muchísimo esta situación. Los de Almonte no han podido aprovechar tampoco todos los meses que ha estado la Virgen porque también han tenido que sortear todo este tipo de dificultades. Pero bueno, las cosas vuelven a su ser y es probable que en Almonte como suele ocurrir cuando la Virgen vuelve a la aldea se cierren algunos negocios y es probable que en El Rocío se abran algunos nuevos negocios al calor de la vuelta de la Virgen a su casa.
-Una de las novedades en los cultos y la Romería es que hay un nuevo obispo, Santiago Gómez se estrena. ¿Cómo es la relación de la Hermandad con el obispo?
-Una relación fluida, cordial, respetuosa y además viene con muchas ganas de celebrar estos días. Va a estar en la procesión de la Virgen, va a residir en el Rocío durante la Romería. Hay muchas novedades, porque el párroco también es nuevo y los vicarios. Yo mismo como presidente, mi junta de gobierno. Y eso sin entrar en hermandades que en estos años y meses ha habido cambios.
-¿Cuáles son sus sensaciones de cara a todo lo que se viene? Primera vez como presidente.
-Lo vivo con mucha responsabilidad. Sabiendo que nos jugamos mucho como institución y como pueblo. Y también, lógicamente, con alegría y con ilusión porque por fin vamos a poder celebrar todos estos acontecimientos. Mi deseo es que todo salga a pedir de boca.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Loiola
EN COLABORACIÓN CON MAYBELLINE