Los romeros vivieron con intensidad la jornada del Lunes de Pentecostés en la aldea almonteña, apuraron los últimos momentos de la romería, en una edición marcada por el centenario de la coronación canónica de la Blanca Paloma. A lo largo del día hubo un continuo flujo de personas que entraban y salían de El Rocío.

Tras ver la imagen del Rocío en procesión, al pasar ante su casa hermandad, algunos romeros abandonaron la aldea pensando ya en la romería de 2020 o en la próxima cita rociera, la Venida de la Virgen, el 19 de agosto.

En la casa hermandad de Huelva, Chari Acosta, de la reunión del hermano mayor, Carlos Luis Quintero, hizo un balance de la romería y destacó que se queda con cada uno de los momentos vividos desde que iniciaron el camino en la capital onubense hasta “que la he visto recoger –en relación a la Virgen del Rocío– en la ermita”.

Tuvo palabras de gratitud con los almonteños que llevaron a la Blanca Paloma “hasta la terraza de la casa hermandad de Huelva, es un orgullo y un honor”.

Acosta subrayó que “ha sido un camino fabuloso, enfocado en la fe, hemos venido peregrinando a encontrarnos con la Pastora”. Indicó que hubo “momentos de recogimiento y de rezo a lo largo del peregrinaje, ha sido un Rocío de fe y amor, que era de lo que se trataba, todo ha discurrido muy bien”.

Hoy a las diez y cuarto de la mañana la Hermandad de Huelva iniciará el camino de regreso. “Nos vamos tal y como hemos venido, los que han venido andando, lo harán andando, los que vinieron a caballo, lo harán a caballo, y los que han venido en carro, lo harán en carro”. Recalcó que “nuestro camino no ha terminado, lo hará cuando dejemos a nuestro Simpecado en su capilla”.

En la casa hermandad de Emigrantes, el mayordomo Enrique Cordero recordó que el primer día de camino hacia la aldea almonteña “fue duro” ya que “las arenas estaban removidas” y hubo problemas con los carros, uno de ellos “se bloqueó” y hubo que sacarlo.

Destacó que “la presentación fue muy bonita”. En esta ocasión, Sabadell la realizó por primera vez como filial número 123, después de veinticinco años caminando con Emigrantes, su hermandad madrina, “ya ha empezado a caminar sola”.

El mayordomo apuntó que “también fue muy bonito el rosario, aunque algo acelerado porque los almonteños querían saltar la reja” y calificó de “momento espectacular” la procesión de la Virgen del Rocío por las calles de la aldea, cuando llegó a la altura de la casa hermandad de Emigrantes “se abrió un paso, entró muy bien y ha dado su sitio a Emigrantes, ha sido espectacular”.

Comentó que en esta jornada “estamos disfrutando de todo lo bien que se han hecho las cosas”. Emigrantes inicia hoy, a las nueve de la mañana, su camino de regreso a Huelva.

En la casa hermandad de la Matriz se sucedieron los vítores a la Virgen del Rocío, mientras que el hermano mayor, José Manuel Medina, recibía felicitaciones y continuos abrazos. “Estoy muy contento y emocionado”, manifestó Medina, que señaló que de los momentos vividos se queda con la procesión de la Blanca Paloma, que “es el culmen de la romería, el momento que todo almonteño espera, y ha sido un sueño todo lo que he vivido en estos días”.

Recalcó que desde pequeño tenía el sueño de ser algún día hermano mayor de la Hermandad Matriz y “este año, bendito año, me ha llevado a cumplir mi sueño y estoy inmensamente feliz”.

Sobre las cinco de la tarde la Hermandad de Ayamonte inició ayer su camino de regreso a la localidad costera. Horas antes, en la casa hermandad, los hermanos mayores, Marina Orta y Gonzalo Orta, organizaron el almuerzo para los peregrinos, patatas fritas con huevos, y prepararon los carros para la salida.

Marina Orta aseguró que se han “superado las expectativas” que tenían en un principio de la romería, “ha sido muy bonito, perfecto, estamos satisfechos, felices y contentos”.

Gonzalo Orta, por su parte, subrayó que “los momentos claves fueron la entrada en la aldea y el encuentro con la Virgen, ha sido impresionante”.