El poder del IoT en la gestión eficiente y sostenible del agua
Para optimizar el tiempo de actividad, disminuir los gastos y asegurar que el agua se use de manera responsable en un contexto difícil, es fundamental contar con una adecuada conectividad.
Los sistemas tradicionales de gestión hídrica están soportando una presión considerable debido al crecimiento demográfico, la urbanización y el desarrollo industrial, que han ocasionado un incremento continuo en la demanda de agua. Además, se presentan retos crecientes en términos de eficiencia y sostenibilidad, que provienen del cambio climático, la falta de recursos y el requerimiento de disminuir el impacto medioambiental. En este marco, es claro que los modelos tradicionales ya no son adecuados para asegurar una gestión del agua apropiada y resiliente, la digitalización del agua es una prioridad, y el IoT juega un papel esencial en ese proceso. Por eso, es urgente actualizar los sistemas de administración de recursos hídricos, añadiendo tecnologías que posibiliten mayor adaptabilidad, control y precisión.
El internet de las cosas posibilita la supervisión del consumo, la identificación de fugas, la previsión de dificultades operativas y la mejora en la distribución del recurso a través de la incorporación de redes para comunicarse, sensores inteligentes y análisis de datos en tiempo real. Esta digitalización no solo hace más eficiente la operación, sino que además ayuda a una administración más transparente, sostenible y enfocada en el futuro.
“Para intentar controlarlo y solucionarlo, el IoT se está estableciendo como un instrumento estratégico para asegurar una administración del agua más sostenible, resistente y eficaz, gracias a empresas capaces de proporcionar soluciones IoT gestionadas de alta fiabilidad Logic”, asegura Nestor Mangas, Key Account Manager de Wireless Logic España.
Rol del IoT en la gestión del agua
La supervisión en tiempo real de estructuras fundamentales, como depósitos, redes de distribución y canalizaciones, es uno de los principales beneficios de estas tecnologías. Utilizando sensores conectados, se pueden adquirir datos ininterrumpidos acerca de la calidad del agua, el caudal, la presión, los niveles de agua y las condiciones físicas de las instalaciones. Esto posibilita que los operadores actúen proactivamente frente a cualquier alteración extraña.
“Esta capacidad de monitoreo continuo también permite que se detecten pronto fugas o irregularidades en el sistema. No solo se evitan daños estructurales de mayor envergadura con esta detección temprana, sino que además se reducen los costos operativos y la sustentabilidad del sistema mejora”, confirma Nestor, “hoy en día es más necesario que nunca contar con soluciones que contribuyan a una gestión más eficiente del agua”.
Un componente esencial de las soluciones para la gestión del agua es la conectividad IoT, pues facilita que los datos se transmitan de manera ininterrumpida desde infraestructuras distantes hasta los sistemas de control. Disponer de redes sólidas, seguras y adecuadas para contextos difíciles, como por ejemplo áreas subterráneas o rurales, donde se hallan numerosas instalaciones hídricas, es primordial.
Por ejemplo, si una ciudad instala sensores IoT en su red de distribución para monitorizar presión, caudal y posibles fugas en tiempo real, cuando se detecta una caída anómala de presión en un tramo, se activa una alerta automática que permite intervenir antes de que se produzca una rotura mayor o una pérdida significativa de agua. “Esto se podría extrapolar a otros sectores, como el agrícola, utilizando sensores de humedad del suelo, estaciones meteorológicas y válvulas automatizadas conectadas por IoT. El sistema ajustaría el riego en función de las condiciones del clima y las necesidades de cada cultivo, reduciendo el consumo de agua y mejorando el rendimiento”, ejemplifica Nestor.
En el caso de una planta potabilizadora, se integran sensores que miden parámetros como pH, turbidez, cloro residual o conductividad en tiempo real. Estos datos permiten ajustar automáticamente los procesos de tratamiento y detectar cualquier desviación antes de que afecte a la distribución. Al igual que pasaría en las estaciones de bombeo, donde esta tecnología podría encender o apagar bombas, ajustar caudales o detectar fallos sin necesidad de desplazarse físicamente, optimizando el mantenimiento y reduciendo tiempos de respuesta.
Las tecnologías IoT, combinadas con una conectividad sólida y bien administrada, hacen posible la conversión de infraestructuras convencionales en sistemas inteligentes que pueden prever inconvenientes, perfeccionar procesos y optimizar la toma de decisiones en tiempo real. Actualizar el sector hídrico ya no es una alternativa, sino un requerimiento estratégico para enfrentar los desafíos actuales y futuros.
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