Javier Targhetta aspira a adquirir la histórica fábrica La Cartuja Pickman

El presidente de Atlantic Copper lidera la oferta de un grupo inversor con las empresarias chilenas Gabriela y Paola Luksic

Javier Targhetta quiere comprar La Cartuja Pickman con las empresarias chilenas Gabriela y Paola Luksic

Javier Targhetta. / H. Información

Un grupo inversor formado por el presidente de Atlantic Copper, Javier Targhetta, y las empresarias chilenas Gabriela y Paola Luksic, ha presentado una oferta para adquirir la totalidad de los activos de La Cartuja Pickman con el objetivo de garantizar “la continuidad de la histórica fábrica de loza en Sevilla y mantener la mayor parte del empleo”, según un comunicado de los inversores difundido días atrás.

La propuesta que encabeza el empresario estrechamente ligado a Huelva durante décadas en la compañía metalúrgica, contempla, además, un ambicioso plan de crecimiento industrial con proyección nacional e internacional, “apoyado en el prestigio de una marca centenaria estrechamente vinculada a la ciudad”.

La oferta presentada por Javier Targhetta y las hermanas Luksic es de 120.000 euros para la adquisición de la unidad productiva. A este desembolso se uniría la asunción de la deuda con la Seguridad Social por la mayoría de los empleados, que mantendrían sus puestos de trabajo, y han recibido con ilusión esta oferta por “la solvencia de Targhetta”.

Además, en caso de que les sea adjudicada la compra en el Juzgado Mercantil 3 de Sevilla, hay un manifiesto interés por ejercer de inmediato la opción de recompra de las marcas históricamente vinculadas a La Cartuja Pickman.

Inversión de más de 1,5 millones de euros

La inversión inicial contemplada por el grupo que forman Targhetta y Gabriela y Paola Luksic supera los 1,5 millones de euros, en caso de adjudicarse los activos por los que puja.

La oferta se ha presentado en el marco del proceso de liquidación de la sociedad Ultralta, titular de los activos de la fábrica y del derecho de recompra sobre las principales marcas, entre ellas La Cartuja de Sevilla y La Cartuja de Sevilla Pickman. El grupo inversor aspira a adquirir tanto los activos industriales como la marca, paso que consideran imprescindible para asegurar la viabilidad del proyecto y la continuidad de la actividad productiva.

Los promotores han subrayado la intención de mantener la mayoría de la plantilla y hacerse cargo de la deuda existente con la Seguridad Social, al tiempo que se impulsarán inversiones inmediatas en recursos humanos, maquinaria e infraestructuras.

En las últimas semanas, el grupo ha llevado a cabo un proceso de análisis y diálogo tanto con los actuales propietarios como con los representantes de los trabajadores para sentar las bases de un sólido y serio relanzamiento de la compañía.

El proyecto contempla la creación de una nueva sociedad con domicilio social en Sevilla y la incorporación, a corto plazo, de perfiles directivos en áreas clave, así como la modernización de la infraestructura industrial para dotar a la empresa de competitividad y viabilidad en el menor plazo posible.

La propuesta, según destacan los inversores, ha sido elaborada con el asesoramiento de firmas de primer nivel y tras un estudio detallado de la situación de todas las partes implicadas.

Javier Targhetta ha señalado que el grupo ha decidido hacer pública su oferta “por el enorme interés social, mediático y político que ha suscitado la venta de estos activos, así como por la urgencia de los plazos que impone el proceso para evitar su liquidación”. Asimismo, ha expresado “nuestro máximo respeto a cualesquiera que sean las decisiones que adopten quienes deben velar por la materialización final de este proceso”.

Targhetta ha subrayado también que “el éxito de este proyecto requerirá el esfuerzo colectivo de, además de los inversores, los anteriores propietarios, los empleados, los clientes, las administraciones públicas y, en general, la sociedad sevillana”.

La Cartuja Pickman, referente histórico de la industria cerámica y símbolo del patrimonio industrial de Sevilla, afronta así una posible nueva etapa.

El proyecto impulsado por este grupo inversor, aseguran, no solo busca preservar su legado, sino también reforzar el tejido empresarial local, fomentar el empleo y reposicionar a la compañía como un referente en la producción de loza a nivel nacional e internacional, combinando tradición, innovación y excelencia.

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