El único castillo que también es mezquita y que tiene una plaza de toros está en Huelva y fue levantado sobre una basílica visigoda
Uno de los seis pueblos más hermosos de España, según el diario británico "The Times", y de los más infravalorados de Andalucía, asegurado por National Geographic, tiene una fortaleza única por varias razones que te contamos aquí
La pequeña ermita del siglo XVII de un pueblo de Huelva con un cristo conocido por ser milagroso
Este es el ayuntamiento más antiguo de la provincia de Huelva: "Tiene casi 500 años y lo mandaron construir los Reyes Católicos"

National Geographic lo dijo muy claro, este municipio onubense es uno de los más infravalorados de Andalucía: Está en pleno Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, y allí encontrarás "un antiguo castillo, que es mezquita y que es, sí, también, plaza de toros. Un tres en uno de lo más fascinante que funciona como emblema de Almonaster la Real, pueblo a unos cien kilómetros de Huelva capital, que es Conjunto Histórico-Artístico desde 1982 y que, sin embargo, es todo un desconocido".
Este pueblo onubense es, además, el único perteneciente al prestigioso club de los 'Pueblos Más Bonitos de España (os lo hemos contado en varias ocasiones). El diario británico 'The Times' también señala por su puarte que esta pequeña localidad de la Sierra de Aracena es "uno de los seis pueblos más hermosos de España".
La mezquita de Almonaster la Real es la del mundo rural que mejor se conserva en España y Europa. Construida entre los siglos IX y X y se encuentra en el interior de los restos amurallados del Castillo, fue levantada sobre los restos de una basílica visigoda del siglo VI, cuyos materiales se reutilizaron. Después de la reconquista fue convertida en una ermita.
De estilo romano, almohade y gótico, la Mezquita de Almonaster la Real fue clasificada como monumento histórico en el año 1931. Se trata de un conjunto de un valor excepcional histórico y artístico, siendo la única mezquita en España que ha llegado prácticamente intacta hasta nuestros días en una zona rural. Conserva todas las características de estas construcciones modestas y sobrias de atmósfera recogida.
Su plaza de Toros, que se encuentra pegada a este Castillo Mezquita, data del siglo XIX y fue inaugurada el 19 de julio de 1821, siendo reformada setenta años más tarde. Para los amantes de la tauromaquia y la historia, apuntar que se inauguró con una corrida lidiada por los toreros José Centeno y Fernando Gómez "El Gallo" (origen de la famosa dinastía torera), con reses bravas de la ganadería de Fernando Pérez de la Concha.
Volviendo a la Mezquita, desde su pórtico se divisa otro cerro, el de San Cristóbal, éste a 900 metros de altitud. Preciosas son las distintas panorámicas de Almonaster que se contemplan a medida que vamos subiendo; y en los más alto, toda la sierra y más allá.
No podemos dejar de mencionar este maravilloso sendero que sube hasta él, con tradicionales caminos, flanqueados por muros de piedra y antiguos empedrados bien conservados; las ruinas de un antiguo Molino harinero; bosques de encinas y alcornoques intercalados con el quejigo andaluz y amplias zonas de castaños.
Almonaster La Real fue declaradoConjunto Histórico-Artístico en 1982 y posee la única mezquita conservada casi intacta en el medio rural de la Península Ibérica. Contiene vestigios romanos, visigodos, musulmanes y cristianos. Este Bien de Interés Cultural es la más preciada joya de Almonaster, un espacio que además cobra gran protagonismo cada año en octubre, durante la celebración de las Jornadas de Cultura Islámica, una apuesta cultural que merece la pena conocer.
Hablamos de un municipio lleno de peculiaridades. La mayoría de ellas le vienen dadas por su especial poblamiento durante siglos. Y sus habitantes, gentes sencillas y amables, siempre dispuestas a conservar sus tradiciones, a mantener esa “cultura de huertas” aún hoy tan viva en Almonaster y en sus 14 aldeas.
Conserva una arquitectura popular cargada de elementos góticos, mudéjares o renacentistas, y construcciones modestas y señoriales que conviven en perfecta armonía en sus calles cuidadosamente empedradas.
Dos hermosas pequeñas ermitas, la Ermita de la Trinidad y la Ermita del Señor, el puente de la Tenería y la fuente del Concejo con su sabrosa agua de manantial, son la guinda del pastel para quienes visitan este bello pueblo, rodeado de pura naturaleza, en pleno Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Pero antes o después deben perderse entre sus calles y callejuelas, pasando por la Plaza del Llano, fotografiando la mezquita desde la calle Santa Eulalia, sacando una romántica instantánea de la Calle la Torre o de la hermosa Puerta manuelina del Perdón.
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