Huelva tu destino

Donde la tradición se une en el paladar

  • Villanueva de los Castillejos ofrece una amplia oferta turística que se centra en la gastronomía y las tradiciones

Romería de Piedras Albas

Romería de Piedras Albas / Jordi Landero

Enclavado en el corazón del Andévalo se alza el municipio de Villanueva de los Castillejos. Un lugar que por su magnífica ubicación en la provincia de Huelva, su clima mediterráneo y su historia que remonta hasta los primeros pobladores onubenses, lo hacen ideal para propios y extraños. Este compendio de características termina por incurrir en una amplia gama de servicios para todo el que desee visitarlo, contemplando en su término municipal un gran catalogo para disfrutar del turismo gastronómico, cinegético, natural y patrimonial. No te quedes sin descubrirlo.

Adentrarse en la gastronomía de Villanueva de los Castillejos es todo un viaje para el paladar. La carne, tanto del cordero como del cerdo ibérico, es el principal sustento.

 Desde el archiconocido jamón, pasando por la caña de lomo, o la morcilla, llegando a las salchichas, y hasta los andares, porque ya se sabe que del cerdo hasta los andares se come, y en los Castillejos saben cómo hacerlo.  Ya si el magnífico manjar que es el jamón lo acompañas con el tradicional pan de pueblo, o un bollo de pascua, único en la comarca, es probable que no quieras volver a comer nunca más algo diferente.

En relación con el jamón y la cultura ganadera del municipio, Villanueva de los Castillejos cuenta con una de las Ferias Agroganaderas más importantes de la provincia, convirtiéndose en punto de referencia de la ganadería y la industria del cerdo tanto a nivel provincial como regional.

Este encuentro, que se celebra en diciembre, se configura como una de las actividades más  importante en el desarrollo rural e industrial de toda la comarca del Andévalo, y especialmente para su promotor, Villanueva de los Castillejos. El objetivo con el que se presenta esta nueva edición es revalorizar los recursos naturales de un territorio, que debidamente explotado, es muy rico en el aspecto ganadero. En esta comarca hay más de 600 explotaciones de cerdo ibérico, que cuentan con más de 63.000 animales, por lo que esta Feria Agrogandera es uno de los encuentros neurálgicos que se establecen a lo largo del año en el calendario de la industria cárnica onubense, andaluza y española.

Más allá de todas las bondades del cerdo, en los restaurantes más tradicionales se pueden degustar platos típicos como la caldereta de cordero, los revoltillos o las migas. Estos platos deleitan el paladar de los castillejeros y todo el que quiera conocer este asombroso pueblo.

Dos productos de la zona, más allá de las diversas carnes, son el gurumelo y la turma, un hongo muy parecido a la trufa, ambos muy usados en la cocina tradicional castillejera, así como productos naturales muy importantes en la economía del pueblo. Estos también cuentan con un protagonismo especial en la Feria Agroganadera que se celebrará el próximo mes de diciembre.

Si eres más de dulce no dudes en lanzarte a los más típicos de Villanueva de los Castillejos. Las milhojas, merengues, sultanas, bolachas, alfajores, tortas de chicharrones, pestiños, constituyen un dulce final para una comida de espectáculo, o un excelente desayuno o merienda.

Pero Villanueva de los Castillejos no es solo gastronomía. Su naturaleza resalta, siendo uno de sus mayores encantos. Dentro de este tipo de turismo también se encuentra el turismo dedicado a la actividad cinegética.

La caza en los territorios próximos a Villanueva de los Castillejos es uno de los atractivos turísticos más importantes. Pero este tipo de actividad no es solo una fuente de riqueza y economía, sino una ayuda inestimable para la protección y gestión de los montes, protegiendo la fauna y flora para que pueda seguir siendo disfrutada durante los años futuros. Desde la perspectiva medioambiental es muy importante mantener una actividad cinegética controlada y beneficiosa para el mantenimiento saludable de bosques y prados, y de ello se encarga el ayuntamiento de Villanueva de los Castillejos, ofreciendo un importante atractivo turístico para cazadores.

Más allá de la caza, el turismo de naturaleza y actividades al aire libre está en auge en este municipio del Andévalo. Las fincas municipales de La Dehesilla y la Gozala se alzan como puntos de encuentro entre vecinos y turistas, para disfrutar de los beneficios del campo y el aire libre

No pueden faltar las actividades al aire libre en la Sierra Abuela. Este enclave natural es una de las cumbres más elevadas del Andévalo, cubierta de densos pinares donde se puede pasar un buen día de campo y desde donde se divisan los pueblos de la comarca y hasta Portugal en los días claros. En este lugar lleno de naturaleza se pueden realizar multitud de actividades como rutas de senderismo, o en bicicleta, e incluso campeonatos, ya que este lugar se encarga de acoger todos los años el CXM Sierra Abuela, una de las carreras de montaña más importantes de la provincia.

Antes de marcharte es indispensable que le dediques un tiempo a contemplar el patrimonio que alberga el pueblo. Una de sus señas de identidad en la Iglesia de la Purísima Concepción, la cual comenzó su edificación hacia 1870, sobre las ruinas de la que destruyó el terremoto de Lisboa de 1755.  Su retablo mayor data de los años 50 del pasado siglo, y se trata de una imponente talla neoclásica de 200 metros cuadrados realizada en oro de 23 quilates.

El municipio cuenta con una gran lista de patrimonio que merece mucho la pena como el Molino Zahurdón. En el apartado etnográfico y religioso cabe destacar la celebración la Romería de Piedras Albas, compartida con de municipio vecino de El Almendro,  que comienza el Domingo de Resurrección, durante la cual se procesiona la imagen de Nuestra Señora, acompañada por la danza de los Cirochos típica, una celebración de gran interés etnológico.

Sin lugar a dudas, Villanueva de los Castillejos se alza como uno de los municipios más interesantes y con una oferta turística más amplia de los que existen en el Andévalo onubense. Naturaleza, historia, patrimonio, gastronomías, ¿qué más se puede pedir?