La Casa Colón se construyó, entre 1881 y 1883, con un presupuesto de seis millones de reales por la necesidad de servicios ante la creciente demanda que había por la actividad minera. El objetivo de los británicos era conseguir que Huelva se convirtiese en uno de los grandes puertos de España, al dar salid a un increíble número de minerales de la Cuenca Minera.
Guillermo Sundheim no dudó un solo segundo en encargar este fabuloso edificio al prestigioso arquitecto José Pérez Santamaría, quien ideó un diseño que mezclaba elementos británicos, coloniales y modernistas. Poco tiempo después se levantaron el Hospital Inglés y el Barrio de Reina Victoria, dándole a Huelva un estilo puramente inglés.
Volviendo al edificio que nos concierne, se inauguró en 1883 y fue uno de los más lujosos de Europa. Con sistema de abastecimiento de aguas propio (ni Huelva lo tenía en aquel entonces), baños de agua salada, agua dulce y habitaciones con baños propios. El edificio tenía cuatro cuerpos y 200 habitaciones y salones, así como un restaurante, sala de billar, de lectura, peluquería y una sala de fumadores.
Pero, ¿a qué se el nombre de Casa Colón?
No es otra cosa que la necesidad de rebautizarlo tras dejar de dar servicio como hotel a partir de 1892. La Casa Colón, hotel en aquel entonces, fue elegida para celebrar una serie de actos conmemorativos del IV Centenario del Descubrimiento de América, al que acudieron personalidades de la época como Cánovas del Castillo, presidente del gobierno.
La idea era reconvertirlo en sede de nuevas celebraciones del Centenario, pero con el paso del tiempo se convirtió en un edificio de residencia y oficinas para miembros e invitados de la Rio Tinto Company Limited. En 1992, tras una completa reforma y construcción del palacio de congresos, los Reyes de España, EL Rey Juan Carlos I y la Reina Sofía, inauguraron el conjunto ya bautizado con este nombre.
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