El pueblo de Huelva que guarda un estrecho vínculo con la Giralda de Sevilla y esconde los secretos de la Inquisición
Este pueblo es una de las joyas arquitectónicas de Huelva, vinculada estrechamente al genio Hernán Ruiz II, autor de su ayuntamiento, el más antiguo de la provincia, que guarda reliquias del oscuro tribunal
Este pueblo de Huelva es uno de los más solicitados para el turismo de otoño por su imponente castillo y su enclave de naturaleza
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La Sierra de Aracena y Picos de Aroche no solo alberga paisajes de dehesa y jamón ibérico, sino también pueblos con historias monumentales capaces de competir con las grandes capitales andaluzas.
Un ejemplo sobresaliente es Zufre, una tesoro serrano cuyo centro histórico fue declarado Bien de Interés Cultural por méritos propios. Y lo que pocos saben, es que al caminar por sus plazas y admirar sus templos, se está pisando suelo forjado por el mismo arquitecto que dio forma a uno de los símbolos más universales de Andalucía (y España).
La obra de Hernán Ruiz II "El Joven" en Zufre
Hernán Ruiz II, reconocido como el maestro más importante de su época (y llamado "El Joven", para diferenciarlo de su padre, que también era arquitecto), fue un arquitecto y maestro mayor de la catedral de Córdoba y Sevilla, además del emblemático campanario de la Giralda, además de una las figuras más relevantes del Renacimiento andaluz.
Durante el siglo XVI, Hernán Ruiz II fue el encargado de llevar a cabo algunas de las obras más ambiciosas de la Catedral de Sevilla, incluyendo la culminación renacentista del cuerpo de campanas de la Giralda.
Y aunque Sevilla parezca un mundo aparte de esta pequeña localidad onubense, fue el propio Hernán Ruiz II quien dejó su impronta en Zufre. Se le atribuyen trabajos clave en su Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción y, sobre todo, en el edificio civil más notable (y antiguo de la provincia de Huelva): El Ayuntamiento.
De esta manera, la iglesia parroquial de Zufre y el emblemático campanario de la Giralda comparten un mismo patrón artístico y el sello de un genio renacentista, convirtiendo al pueblo en un destino esencial para los amantes del arte y la historia.
En Huelva, este reconocido arquitecto también participó en las obras de la imponente Iglesia de la Asunción de Aracena, las portadas laterales de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Aroche, y algunas obras en la Iglesia de San Andrés de Encinasola.
La sombra de la Inquisición
Si el vínculo arquitectónico es notable, la historia que se guarda en el corazón del pueblo es aún más sobrecogedora.
Dentro del mismo edificio consistorial de Zufre, del que cuentan que fue sede del Tribunal de la Inquisición durante sus visitas a la Sierra de Aracena, y que dentro se conservan tres sillones pétreos del siglo XVI que perteneció a este oscuro tribunal.
Un vestigio tangible de una de las instituciones más temidas de la Historia de España que usaba Zufre como una de sus sedes temporales en Huelva.
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