Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Si buscas una playa donde relajarte en septiembre, con aguas calmadas, arena fina y dorada, y rodeada de un entorno natural impresionante, Nuevo Portil en Cartaya es tu destino ideal. Este rincón costero combina la serenidad de un espacio casi virgen con la comodidad de zonas urbanizadas, ofreciendo lo mejor de ambos mundos a quienes quieren disfrutar del mar onubense.
La playa comparte muchos servicios con su vecina, El Portil, lo que permite a los visitantes acceder a bares, kioscos y restaurantes sin perder la esencia tranquila del lugar. A diferencia de otras playas más masificadas, Nuevo Portil no cuenta con paseo marítimo, y aunque algunas construcciones se asoman al mar, la mayoría de las urbanizaciones se sitúan al otro lado de la carretera costera, preservando su encanto natural.
Llegar es muy sencillo: Existen conexiones de transporte público desde Huelva capital y pueblos cercanos, y en coche se puede acceder desde El Cruce si vienes de Punta Umbría o desde Cartaya por El Rompido, con rutas que rodean la localidad por el norte.
La ubicación frente a la Flecha del Rompido, en la desembocadura del río Piedras, garantiza un mar sereno, casi como una piscina natural. Sus corrientes suaves y mareas controladas hacen de esta playa un lugar ideal para bañistas, especialmente en septiembre, cuando el clima acompaña y hay menos afluencia de gente. Si bien no se recomienda nadar hasta la otra orilla, los aventureros pueden llegar en ferrys que salen regularmente.
Nuevo Portil dispone de duchas, lavapiés, papeleras, servicio de limpieza y un club náutico, además de opciones de ocio como el golf, convirtiéndose en un destino completo para quienes buscan combinar naturaleza, deporte y descanso.
La playa se extiende oficialmente por varios kilómetros, pero su verdadera magia se encuentra en su enclave natural. Destaca especialmente el Caño de la Culata, considerado por El País como una de "Las 20 playas más sorprendentes de España”, que refleja la riqueza ambiental de la costa onubense.
El acantilado de la zona no urbanizada ofrece un mirador natural desde donde contemplar atardeceres únicos, mientras se disfruta de la gastronomía local. Además, los visitantes pueden cruzar en barco hasta la otra orilla y explorar la Flecha del Rompido, completando una experiencia que combina mar, naturaleza y ocio en un solo lugar.
Nuevo Portil en septiembre es la playa perfecta para quienes buscan tranquilidad, aguas seguras para bañarse y un entorno natural que invita a desconectar. Ideal para escapadas familiares, parejas o viajeros que quieran disfrutar del mar sin las aglomeraciones del verano.
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