Aquí se sirve el pescaíto frito más fresco y crujiente de Huelva (y tú también lo vas a querer probar)
En Huelva la fritura es ligera, el pescado siempre fresco y el ambiente invita a repetir. Si quieres descubrir dónde se sirve ese pescaíto que sabe a gloria bendita, apunta estos bares y restaurantes de la provincia
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En Huelva, como buena provincia andaluza, el pescaíto frito no es solo comida: Es cultura, tradición y hasta un ritual que se disfruta con amigos, en familia o simplemente viendo caer la tarde frente al mar.
Aquí, la fritura es ligera, el pescado siempre fresco y el ambiente invita a repetir. Si quieres descubrir dónde se sirve ese pescaíto que sabe a gloria bendita, apunta estos bares y restaurantes de la provincia que hacen que cada bocado sea inolvidable.
Los templos del pescaíto frito en Huelva
Bar Paco Moreno (Huelva capital)
Un clásico de los de toda la vida, donde los chocos fritos son protagonistas indiscutibles. El local siempre está animado, con ambiente de barra y raciones generosas que salen rápidas y calientes. Es de esos sitios donde todo huele a mar y a tradición.
El Rincón de Ana (Huelva capital)
Pequeño, acogedor y muy querido por los onubenses. Aquí las frituras tienen ese punto casero que enamora: boquerones, bacalaillas o corvinas que parecen recién salidas del mercado. El trato cercano y la sencillez del sitio lo hacen aún más especial.
Bar Margallo (Ayamonte)
Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Aquí lo tienen claro: Tres platos en la carta, pero todos perfectos. Su choco frito y el pescaíto en general tienen fama en la zona. Es de esos bares sencillos en los que siempre se acierta.
El Choco (Mazagón)
En Mazagón saben cómo cuidar los detalles, y en este restaurante lo demuestran incluso con opciones sin gluten para que nadie se quede sin probar su fritura. El pescado llega a la mesa dorado, crujiente y ligero, justo como debe ser.
El Trasmallo (La Antilla)
Una parada obligatoria en la costa onubense. Su secreto es el de siempre: pescado fresco, fritura justa y ambiente marinero sin artificios. Boquerones, adobo, puntillitas… aquí todo entra de maravilla.
Bar Los Caracoles (Punta Umbría)
Un lugar informal, rápido y sabroso. Aquí el pescaito se vende al peso, y eso lo convierte en una experiencia diferente: eliges lo que quieres, lo fríen al momento y lo disfrutas casi como en una feria.
Hermanos Moreno (Isla Cristina)
Con el puerto al lado, la frescura está más que asegurada. Este restaurante ofrece una fritura variada en un ambiente marinero auténtico, de esos que huelen a salitre. Perfecto para compartir con amigos después de un paseo por la lonja.
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