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En una plaza escondida aunque muy céntrica, en una arteria principal a la que da nombre pero pasando desapercibido o embelleciendo una de las esquinas de Huelva a los ojos de los más mayores. Estos tres palacios bien merecen una visita, pues cuentan la historia de la capital onubense y, en muchos casos, son más conocidos por los turistas que por los propios onubenses.
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Te contamos más abajo sobre este céntrico recorrido que debes hacer.
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Este es el edificio civil más antiguo de Huelva y ¡esconde un palacio!
En pleno centro peatonal de la ciudad, justo enfrente del Gran Teatro de Huelva.
Al igual que el teatro, se construyó a principios del siglo XX en estilo neoclásico, destacando en su fachada las torres, los detalles decorativos de los balcones, las distintas formas de sus ventanales y las conchas que dan nombre al edificio.
En el interior tiene un hall revestido con azulejos típicos andaluces y varias vidrieras emplomadas.
En la fachada puedes encontrar 16 conchas blancas adornando la segunda planta del edificio. 8 dan a una calle, y las otras 8 a otra. Conforman grupos de 4 en forma romboidal junto a unos pequeños balcones.
Forma parte del legado inglés en la capital.
En 1912, al amparo de la prosperidad económica y la preponderancia de una burguesía onubense, comienza a construirse un palacio realizado por Moisés Serrano para don Antonio Mora Claros (empresario y político de Huelva) y su mujer, Josefa Jiménez Vázquez. Una casa palacio que en 1919 fue reformada tal y como hoy la conocemos por José María Pérez Carasa.
El Palacio de Mora Claros es un edificio situado en la antigua calle Botica, actual calle Mora Claros de la capital. Hoy funciona como centro de día para personas mayores.
De estilo historicista y afrancesado en su torreón, alberga un interior rico en vidrieras y en espectaculares detalles modernistas, como barandillas de hierro con flores en cobre.
El exterior del Palacio Mora Claros por contra, es más sobrio y moderado. La antigua casa se dividía en dos zonas, la zona noble y la de servicio.
Es el edificio civil más antiguo de la ciudad, da nombre a su calle y, sin embargo, pasa desapercibido y queda oculto tras las marcas comerciales que lo han ocupado en los últimos años.
Su historia comienza con la necesidad del cambio de residencia de los duques de Medina Sidonia, que dejan el castillo junto a la iglesia de San Pedro por su estado ruinoso y piensan en un palacio residencia en el siglo XVI.
La mirada se pone en la zona con más dinamismo de la ciudad, en el eje de la nueva parroquia de la Concepción. Su construcción pudo suceder de 1656 a 1658 que es cuando Gaspar Alonso de Guzmán lo pone en marcha para su sucesor primogénito Conde de Niebla, Gaspar Juan Alonso que habría de residir en Huelva desde 1654, hasta poco antes de su muerte que sucedió en 1667. Se amplió con la adquisición de otras casas en 1664 y en 1672. En 1777 pasa a propiedad del marqués de Villafranca, de la Casa de Toledo y Duque de Medina Sidonia.
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