Las impresionantes casas de Aracena que te harán viajar al siglo XIX
Las impresionantes casas de Aracena que te harán viajar al siglo XIX
R.H.

20 de septiembre 2022 - 17:40

Aracena, con sus calles empedradas y limpias, con casas encaladas y tejados rojos, con su aroma a sierra, a dehesas, a jamón, a setas, a naturaleza, es uno de los pueblos con mayor atractivo de Andalucía.

Su arquitectura tradicional y monumental con castillo, iglesias, conventos, palacios, ermitas, fuentes, plazas, museos... le imprimen un encanto especial, aunque su mayor belleza y el lugar más mágico que podamos imaginar se encuentra en su interior, en las entrañas de la tierra. La Gruta de las Maravillas fue la primera cueva abierta al turismo en España y el primer enclave de la comunidad autónoma en lograr el reconocimiento de Lugar de Interés Turístico de Andalucía.

Aunque si Aracena encierra una joya de la naturaleza en su interior, su exterior no le desmerece. La riqueza patrimonial del Conjunto Histórico trasciende el ámbito de lo local y es el punto de atracción de los numerosos visitantes que recibe.

Monumentos como el Recinto Fortificado, con un importante yacimiento arqueológico en su interior de origen islámico, y la Iglesia del Castillo, de estilo góticomudéjar, coronan el municipio sobre la Gruta. A ello se le une el Centro de Interpretación de Aracena y el Museo del Jamón-Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico, uno de los embajadores gastronómicos por excelencia de esta comarca, junto a las setas que cuentan en el mismo lugar con el Punto de Información Micológica. El Cabildo Viejo y la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, una de las obras renacentistas más importantes de la provincia, o las ermitas mudéjares que se ubican en los diferentes accesos a localidad, se funden con espacios de vanguardia como el Museo de Arte Contemporáneo al Aire Libre (MACA) o la arquitectura regionalista de Aníbal González.

Al recorrer las calles y plazas de Aracena, nos sorprenden las numerosas obras del famoso arquitecto regionalista, como son el Casino de Arias Montano, el edificio del Ayuntamiento, la Fuente-lavadero del Concejo, el edificio de entrada a la Gruta de las Maravillas o el barrio de La Aracenilla.

Desde el popular perfil onubense Huelva Secreta, dedican una publicación a este carismático barrio, poco conocido para algunos, que impresiona, sin duda, a quien lo visita.

Sobre el Barrio de La Aracenilla

Proyecto que comienza su construcción en 1923 siendo promotor de las obras el Excmo. Sr. D. Francisco Javier Sánchez-Dalp Calonge, Marqués de Aracena. El proyecto a llevar a cabo consiste en diversos chalets que se ofrece en arrendamiento al viajero. Se realiza en diferentes fases quedando constancia de su finalización en1926.

En el proyecto original, se observan distintas parcelas pequeñas condicionadas por una única vía de 20 metros de anchura, flanqueada por filas de árboles, que comunica las distintas parcelas con un recorrido que se inicia en la carretera y que se va torciendo a tramos en ángulo recto, dando lugar a pequeñas plazas circulares en cada quiebro, hasta desembocar en una plaza ovalada que aparece focalizada por una Iglesia.

A partir de la tercera plaza se extiende una zona de jardines con un trazado radial en torno a ella y después líneas curvas de inspiración vegetal.

Utiliza para su proyecto diferentes y coloristas materiales, siendo prioridad hacer de cada uno de los chalets un diseño único y original. No obstante, es fiel a sus materiales tradicionales sabiamente combinados. En tres de los edificios combina piedra con ladrillo, piedra y enlucido en uno de ellos, y en el resto piedra, ladrillo y enlucido. Para la decoración de los mismos opta por la cerámica (en solerías, tejas, remates de diseños variados, cuadros y otros adornos), madera (escaleras, portajes y artesonados), hierro (forja de rejas, remates, barandas, y cancelas) y ladrillo (molduras diversas, verdugadas, esquinas y elementos geométricos de las fachadas).

Las cubiertas se resuelven a dos o cuatro aguas, a base de armaduras de madera forradas de tejas, que alternativamente se recubren de cerámica vidriada.

De la misma manera hay que referenciar diversos elementos que le adjudican el estilo regionalista: guiños barrocos en algunos remates, evocaciones mudéjares en las molduras de ladrillo, citas clásicas en los pilares de recuerdo dórico o jónico de los pórticos y pilastras dóricas o jónicas articulando fachadas.

Los elementos tradicionales locales quedan reflejados en las cubiertas y la disposición de zonas de servicio en cada uno de los chalets.

Actualmente todos los edificios se encuentran habitados y, como consecuencia de ello, en perfecto estado de conservación.

Sus propietarios los adquirieron hace algunos años, rescatándolos de un ya iniciado proceso de degradación, y casi todos ellos han sido remodelados en su interior.

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