Engañamaridos y Engañabobos: Los dulces de Huelva más populares del Día de Todos los Santos

No tienen crema, ni relleno, ni florituras. Pero cada otoño, los pueblos de Huelva se rinden a sus nombres pícaros. Dos recetas humildes que guardan tradición, humor y azúcar

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No tienen relleno ni pretensiones, pero cada 1 de noviembre conquistan todas las mesas de Huelva
No tienen relleno ni pretensiones, pero cada 1 de noviembre conquistan todas las mesas de Huelva / cocinaandaluza.com

No hay Día de Todos los Santos en los pueblos del Andévalo sin el chisporroteo del aceite caliente, el olor a anís y la lluvia de azúcar cayendo sobre una bandeja aún tibia.

Entre rosquillas, gachas y pestiños, hay dos dulces que destacan por su nombre (y por su guasa): los Engañabobos y los Engañamaridos. Dos recetas bastante parecidas, nacidas del ingenio popular y con una historia que demuestra que, en la cocina tradicional, el humor también se come.

Ambos comparten el alma del campo onubense: Ingredientes humildes, ingenio y sabor.

Engañabobos: El dulce que parece más de lo que es

En Alosno, cuna de fandangos y de refranes, los Engañabobos se preparan desde hace generaciones.

Su nombre lo dice todo: Parecen algo complicado, pero son pura sencillez. La masa se infla al freírse y da la impresión de estar rellena, pero dentro solo hay aire y mucho sabor.

Engañabobos
Engañabobos / Von Viveur

Receta tradicional de Engañabobos

  • Ingredientes

250 g de harina

100 ml de vino blanco

75 ml de aceite de oliva virgen extra

1 cucharada de anís en grano

Cáscara de 1 limón

Azúcar y canela para rebozar

  • Preparación

Calienta el aceite con la cáscara de limón y el anís. Cuélalo y deja templar.

Mezcla en un cuenco el aceite aromatizado, el vino y la harina poco a poco.

Amasa hasta conseguir una textura suave y elástica.

Deja reposar media hora tapada con un paño.

Forma bolitas o tiras, fríelas en aceite caliente hasta que se inflen y doren.

Escurre y reboza en azúcar y canela.

Resultado: Ligeros, aromáticos y con ese punto crujiente que los hace desaparecer en minutos.

Engañamaridos: El truco dulce del Andévalo

En Valverde del Camino, cuentan que las mujeres preparaban estos dulces rápidamente y luego decían que habían pasado toda la mañana amasando. De ahí el nombre: Engañamaridos, porque la apariencia trabajada del dulce “engañaba” a quien pensaba que llevaba horas de faena.

Engañamaridos
Engañamaridos / Y Hoy Qué Comemos

Receta tradicional de Engañamaridos

  • Ingredientes

300 g de harina

120 ml de vino blanco

80 ml de aceite de oliva

Una pizca de sal

Azúcar y canela para rebozar

  • Preparación

Mezcla el vino y el aceite en un cuenco grande.

Añade la harina y la sal, y amasa hasta obtener una masa firme pero manejable.

Extiende la masa con un rodillo y corta en tiras o rombos.

Fríe en aceite caliente hasta dorar.

Escurre sobre papel absorbente y reboza con azúcar y canela.

Resultado: Dulces dorados, de sabor suave, perfectos para acompañar un café o un buen mosto otoñal.

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