El caballo de la marisma de Doñana es un icono nacional que representa la vida en libertad. Imagina un grupo de caballos salvajes galopando por los humedales, el sonido de los cascos tras su paso y la polvareda que levantan en el Parque Nacional, una experiencia inolvidable por la que turistas de todo el mundo viajan a la aldea cada mes de junio. 

El mesteño o caballo marismeño vive dentro del parque, y es un caballo pequeño (entre 1,40 m y 1,48 m de alzada), robusto, con un perfil similar al Pura Raza Español. Sus cascos son grandes, adaptados a la zona de marismas, tienen menos crin, y predomina el tordo y castaño.

Las yeguas, a su paso por la ermita de El Rocío.

Durante siglos fueron usados para labores de agricultura y ganadería bovina, pero la industrialización de estas tareas ha llevado a la raza al borde de la desaparición, tanto así que es considerada una raza en peligro de extinción. No obstante, la vida de este caballo se ha vinculado a la tradición almonteña e hinojera,  y a la cultura popular, haciéndolos protagonistas de un rito ancestral que atrae turistas de todo el mundo cada verano. La Saca de las yeguas se celebra desde hace más de cinco siglos, cada 26 de junio los yegüerizos almonteños van en busca del ganado que ha permanecido pastando durante todo el año en los distintos enclaves del Espacio Natural de Doñana para reunirse en el Santuario Ntra. Sra. de El Rocío.

La suelta del ganado se realiza para el aseo de sus crines y control veterinario, así como actividades relacionadas con la raza como carreras de cintas, concurso morfológico e, incluso, subasta de caballos marismeños. Un espectáculo que deja escenas cinematrográficas como las que comparte el perfil turístico @Huelva_Secreta:

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A pesar de haber sido mezclados con otras razas, el caballo marismeño mantiene todavía una composición genética propia. Muchos investigadores acuerdan en que este hecho se debe a que, al vivir en total libertad y sin contacto humano, ellos no reciben piensos ni forraje ni tampoco son revisados por veterinarios asiduamente. 

Caballos Mustang en Norteamérica

Lo que muchos no saben es que el Mustang, uno de los símbolos del Oeste Norteamericano, el típico caballo de las películas americanas, proviene de Huelva. Más concretamente, desciende de los caballos salvajes de Doñana. 

Gracias a un estudio publicado por la Universidad de Córdoba años atrás, pudimos conocer que el marismeño es el antecesor directo de los Mustang. Lamentablemente el marismeño no tiene el prestigio ni la protección que posee el americano, de hecho, no es una raza conocida en España.

Cuenta la leyenda que los caballos marismeños llegaron a América gracias a Cristóbal Colón, quien fue engañado por un vendedor que le dio mesteño por hispano-árabes. Aunque cabe la posibilidad de que la historia no sea cierta, y que Colón y su tripulación eligiesen a propósito esta raza por su resistencia y adaptabilidad.

La relación entre los caballos marismeños y los Mustangs fue recogida en 2018 en un documental llamado Mesteño, el caballo de la marisma que conquistó América.