Huelva es conocida mundialmente, principalmente, por los amantes del caballo. Y aunque a muchos de ellos se les vendría a la mente la aldea de El Rocío, en Almonte, por la multitudinaria romería y ser el lugar en el que el caballo tiene preferencia sobre el peatón, este no es el pueblo al que nos referimos hoy en este artículo. 

El pueblo con más caballos por habitante de España no está en el Condado de Huelva sino en el Andévalo, y se trata de Puebla de Guzmán. En este municipio andevaleño exite un caballo por cada tres personas, para ser más exactos. Solo durante su romería, la de la Virgen de la Peña, el municipio alberga 1.500 ejemplares equinos. 

Peregrinación Romería de la Virgen de la Peña

El Cerro del Águila

Puebla de Guzmán, la esencia del Andévalo

Visitar Puebla de Guzmán es una invitación a vivir lo esencial de la comarca andevaleña, y a aprovechar la cercanía a la Sierra de Huelva, a la Costa de la Luz y al Alentejo y Algarve portugués.

En su rica gastronomía predomina el uso tradicional de las amplias dehesas de encinar, que alojan una de las principales actividades económicas de la localidad, la ganadería extensiva del cerdo ibérico y de ganado ovino y caprino.

La caldereta es una de las especialidades del municipio, que se consume durante todo el año pero, principalmente, durante la Romería de la Virgen de la Peña. Las poleás, las migas y los embutidos, son otros de los platos que debes probar para entender la gastronomía de la zona. Por supuesto, no te vayas sin comprar unas rosas, unos pestillos, o una torta de bizcocho, porque la repostería en esta localidad es tremendamente deliciosa. 

Su pasado minero se puede apreciar en la tranquila y bonita aldea de Minas de Herrerías, con los restos de la más antigua mina de Cabezas del Pasto. 

Mina de Las Herrerías en Puebla de Guzmán

Este bello municipio andevaleño también te invita a pasear por su rico patrimonio material, como los restos del Castillo del siglo XVII, baluarte defensivo en el que se encuentra integrada la Iglesia Parroquial, el Convento de María Auxiliadora, el bonito entramado de sus calles empedradas y centenarias casas, y como colofón, la atalaya que corona toda la comarca, el Cerro del Águila, donde se encuentra la Ermita de la Virgen de la Peña, paisaje que alegra tanto a la vista como al espíritu. Y a disfrutar de su rico patrimonio inmaterial, con la vistosidad de sus trajes de Gabachos, la Danza de las Espadas y los centenares de caballos que festejan la Romería a finales de abril en sus calles y en la Ermita.

Iglesia fortificada de Santa Cruz, dentro del Castillo de Alfayat