Huelva es una tierra de contrastes. Desde Sierra Morena al norte hasta las llanuras y la costa del sur, se encuentran numerosas zonas con valores singulares de flora, fauna, constitución geomorfológica y especial belleza que hacen de Huelva un paraíso natural. 

Parque Nacional De Doñana

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El Parque nacional de Doñana constituye una de las mayores reservas biológicas de Europa, ocupando 53.709 hectáreas dentro de las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla.

Playas, dunas, marismas, matorrales, bosques de pino, alcornoques, eucaliptos... joyas naturales de las que nos rodearemos si hacemos una visita al parque. 

Entre su variada vegetación viven numerosas especies animales como el águila imperial, el calamón o el milano negro, flamencos o grullas. Pero, sin duda alguna, la especie que mayor interés despierta es el lince ibérico, que se encuentra grave peligro de extinción.

Para acceder a esta zona protegida hay que ponerse en contacto con el Centro de El Acebuche, donde existen guías especializados. De aquí también parten vehículos todoterreno que realizan un recorrido de unos 75 km. por el interior y en los que hay que reser-var plazas con bastante antelación.

Parque Nacional de Doñana

Sierra de Aracena y picos de Aroche

Su superficie se extiende por 28 municipios y es uno de los parques naturales más extensos de Andalucía.

El clima es idóneo para especies vegetales como el castaño, del que se pueden contemplar ejemplares centenarios y de extraordinaria belleza, la encina, el quejigo o el eucalipto.

En este parque se encuentra la localidad de Jabugo, famosa por sus jamones y numerosos pueblos preciosos de los que quedarás enamorado.

Sierra onubense

Marismas del Odiel

En la desembocadura del río Odiel, nos encontramos las Marismas del Odiel, paraje natural declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Gracias a el encuentro entre las aguas dulces y saladas ha dado lugar a un complejo de marismas influenciadas por las mareas, atracción para numerosas aves de paso.

El sistema funciona como un estuario donde los cauces de ambos ríos depositan al desembocar gran cantidad de sedimentos cargados de nutrientes. Éstos son la principal base alimenticia de las aves que pueblan este espacio natural. A su vez, este aporte continuo de sedimentos y la fuerza de las mareas generan islas separadas por extensos brazos de agua como la Isla de Enmedio, la de Saltés y la de Bacuta localizadas al Sur del enclave.

La producción de sal es uno de los aprovechamientos de los recursos naturales más interesantes de la zona.

Marismas del Odiel

Enebrales de Punta Umbría

Este paraje costero conocido como "Los enebrales" se extiende desde el casco urbano de Punta Umbría hasta la playa de La Bota. Tiene un gran valor ecológico, ya que constituye uno de los pocos bosques mixtos de sabinas y enebros que se conservan en todo el litoral andaluz.

La cercanía de este paraje natural a un núcleo de población y sus itinerarios señalizados lo convierten en un excelente lugar para hacer senderismo y cicloturismo. 

A través de varios senderos-pasarelas se atraviesa el paraje hasta alcanzar la playa que cuenta con una extensión de dos kilómetros y medio de longitud, por una anchura media que supera los 50 metros, Convirtiéndola en la playa soñada por los amantes de la tranquilidad, el descanso y el contacto directo con la naturaleza.

Playa de los Enebrales

Marismas del río Piedras y Flecha de El Rompido

Frente al pueblo de El Rompido nos encontramos con la desembocadura del río Piedras, cuyos sedimentos y mareas han provocado el desarrollo de un conjunto de marismas y una formación arenosa de unos 12 kilómetros.

Las aguas de estas marismas son ricas en invertebrados, crustáceos, moluscos y peces. Por ello, es una fuente de alimentación perfecta para las aves de la zona. 

La horizontalidad y el predominio de colores de tonalidades suaves, hacen que sea un espectáculo para la vista de los visitantes. 

Marismas del río Piedra