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La onubense Carolina Marín se recupera de su lesión como mejor sabe: con una sonrisa y disfrutando de las bondades de Huelva, su tierra natal. Estos días se ha hecho viral en redes sociales un vídeo en el que muestra cómo, a pesar de la complicada situación que está viviendo, es capaz de sacar el lado bueno aprovechando el período estival en las playas de la provincia.
Así, publicaba en sus redes unas imágenes donde aparece llegando a la playa en silla de ruedas, ayudada por amigos y familiares. Entre risas, escribía: "Estás cojita, pero quieres ir a la playa". De esta manera, calma a sus seguidores y a todos los onubenses que se preocupan de su evolución tras la última operación.
Hace tan solo una semana, Carolina Marín también posteaba unas fotos junto a sus familiares y amigos en casa, donde se le veía sonreír, arropada por los suyos. "Unos días en casa para comenzar el camino", decía.
Carolina Marín se encuentra ya en plena fase de recuperación de la lesión de rodilla que sufrió el pasado 4 de agosto, en la que se vieron afectados tanto el ligamento cruzado anterior como los dos meniscos. Rápidamente, la jugadora de bádminton se puso en manos del doctor Manuel Leyes para la operación, la tercera de su carrera y la segunda en su rodilla derecha.
A mediados de agosto la volantista hacía su primera aparición pública en forma de vídeo, reconociendo que ahora mismo no sabe si volverá a "coger una raqueta" ya que la lesión le ha dejado "el alma totalmente destrozada", por lo que necesitará "tiempo" para recomponerse "física y mentalmente".
No obstante, la onubense se ha dejado ver en repetidas ocasiones por Huelva junto a su familia para iniciar desde ya la primera fase de su recuperación. De hecho, Carolina ha compartido en redes sociales una ilustración de Relevo en la que agradece "cómo me siento ahora mismo". Además, añade que necesita "paz y tranquilidad conmigo misma y esa loba me acompañará en este camino para darme fuerzas y levantarme cuando piense que no puedo más".
Así mismo, compartía una imagen de su recuperación, en la que se podía ver la pierna derecha totalmente vendada e inmovilizada. Marín expresó que no se trajo "la medalla de oro con la que soñabadesde que me lesioné antes de Tokio, pero entre todos me estáis dando la medalla más grande de mi vida en forma de cariño y apoyo. Gracias de corazón a todos. Empieza un camino de nuevo que ya conozco", finalizaba en alusión a la ilustración.
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