Rubén Gutiérrez obtiene un podio en la general de las Aguas Abiertas del Barragem dos Minutos

Huelva/El pasado sábado se disputó la 17º edición de prueba de Aguas Abiertas del Barragem dos Minutos, de la localidad Portuguesa de Montemor o Novo, situada a mitad de camino entre Badajoz y Lisboa. Se trata de una prueba ya consolidada, que se acerca a los 20 años de historia. La organización programa cuatro carreras; los 1.500m para federados y no federados, con salidas y clasificaciones independientes; una de 400m de promoción, y un relevo 4x300m también de promoción. Y para esta decimoséptima edición, la organización contó con casi 100 inscritos, con la mayor participación en la prueba principal, el 1500m para federados.
Rubén Gutiérrez acudía representando a su club portugués, el Lagoa AC, a una prueba que nadaba ya por quinta vez, habiendo disputado las ediciones de 2008, 2009, 2011 y 2015; donde destacaba su tercer puesto en la general absoluta en 2009. Y consiguió igualar este puesto en esta edición, llegando a meta en 3ª posición de la general absoluta, con un tiempo de 24´51”; llegando a meta a 2'13” de Luis Silva, el vencedor absoluto, nadando en la categoría 4 (22 años); y a solo 20” de Rodrigo Silva, de la categoría 1 (15 años). Rubén quedó también campeón de su categoría, la categoría Máster EFGH (que aglutina a los nadadores de 45 a 64 años), y que contó con 7 nadadores en meta.
Tras la prueba, Rubén contó sus sensaciones: “La salida fue bastante limpia y sin problemas, ya que éramos pocos nadadores en la línea de salida. Tras unos primeros metros de tanteo, ya que apenas conocía a nadie, me sitúo en tercera posición, nadando con Samuel Pacheco a mi izquierda (Samuel ganó la Copa de España en Máster +35 la pasada temporada). Camino a la primera boya, situada a los 500m, veo que el líder se escapa y lleva un ritmo inalcanzable para mí, pero el 2º va solo unos metros por delante, pero va muy abierto, así que lo dejo, pero le voy vigilando. Hasta que veo que corrige el rumbo y vuelve a mi trazada, pero por delante de mí. Aprieto el ritmo para llegar a sus pies, dejando a Samuel atrás. Lo alcanzo y tras él llego a la boya. Ahí giramos a la izquierda y ponemos rumbo a la segunda boya, situada a los 1.000m. En este tramo tenemos el viento en contra, y se forma una ola que dificulta bastante el nado y la orientación. El chico se vuelve a abrir mucho y decido dejarlo y seguir mi línea a la boya. Allí nos volvemos a juntar, pasando 6” tras él. Pero me doy cuenta que si llego al sprint con él, no tengo nada que hacer, así que al girar hacia meta, para afrontar los últimos 500m, decido abrirme a ver si no me ve y consigo sorprenderlo, pero no hay forma, llevamos un ritmo parecido, y al juntarnos de nuevo a escasos metros de la meta, sigue delante de mí, sin poder alcanzarlo.”
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