La natación como terapia en el CODA: "A mí la salud mental me ha venido con el deporte"

Más de 25 años después de su fundación, el Club Onubense de Deportes Adaptados (CODA) continúa con su inestimable labor. Lo hace en el Estadio Iberoamericano Emilio Martín, donde entrenan atletismo, y en la piscina del Polideportivo Diego Lobato. Una piscina que lleva el nombre de María Leandro, una de las atletas más laureadas del CODA y que a sus 46 años sigue dando brazadas con la ilusión del primer día.

"Llevo 23 años en el CODA. Empecé a nadar en la playa cuando no había ningún club. Este deporte es mi vida", cuenta emocionada a Huelva Información. Sin embargo, más allá de los premios que ha ido obteniendo a lo largo de su extensa carrera, entre los que se encuentran varios campeonatos de Europa y plusmarcas mundiales, destaca por una humildad propia de los valores inculcados por su club: "Cuando subo al pódium me siento como una más de los deportistas que tenemos aquí en el CODA. Estoy muy feliz de los entrenadores que tenemos aquí, tanto Antonio Picón como Pepe", relata.

La Federación Andaluza de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual distingue tres categorías en natación. Por un lado, la inferior de habilidades deportivas que cada una en su disciplina el nivel es básico. No se tienen en cuenta la técnica de los estilos a la hora de los virajes. Existe también un nivel adaptado con pruebas de calendario nacionales e internacionales cuyo reglamento es algo más exquisito y por último un nivel de competición que son para los niños con síndrome de Down y con S14 donde el reglamento es el mismo que para los deportistas convencionales.

Uno de los entrenadores del club, Pepe Griñón, que a su vez ejerce de director técnico, señala que a día de hoy en natación "tenemos unos 40 deportistas y en total en el club somos entre 52 y 54". Cada uno tiene su estilo. "Rocío es una especialista en espalda, Paula también en espalda con síndrome de Down, María Leandro es una especialista en las pruebas de crol, igual que Fernando o Dani Pinzón es un especialista en la prueba de mariposa. Es de los chicos más jóvenes que tenemos ahora mismo a nivel de competición. Natalia lo que mejor se le da es espalda. Sí tienen sus especificaciones cada uno. Son deportistas que suelen nadar dos o tres estilos, pero siempre hay algunos predominantes", destaca.

Rocío Garrido, cuya especialidad es la espalda, es una de las más veteranas del club. Es habitual ver su nombre en el medallero de las competiciones a las que acude el CODA. "En el Campeonato de Andalucía de Cádiz no me puedo quejar. Nueve pruebas y nueve medallas. Seis de oro, dos platas y un bronce. El año pasado en el Campeonato de España quedé campeona y cinco medallas", cuenta con una sonrisa.

Con 42 años, confiesa cómo la natación le salvó la vida después de ser operada por un tumor cerebral que le ha dejado algunas secuelas: "Me llevé casi 20 años sin nadar. Dejé el deporte a un lado y hace dos años y medio que estoy operada de mi tumor cerebral. Pepe me llamó por si quería volver a nadar y a mí la salud mental me ha venido con el deporte".

Un club basado en la cultura del esfuerzo

Si por algo se ha caracterizado siempre el Club Onubense de Deportes Adaptados es por haber basado su éxito en el esfuerzo y la constancia. Su presidenta, Carmen Gutiérrez, resalta el trabajo como la clave del éxito de una institución que ha representado siempre de la mejor manera a la ciudad de Huelva: "Trabajo, trabajo, trabajo y trabajo. En este y en cualquiera. El CODA ha sido durante muchos años en el ranking de la Federación Española el primero. Estos son ciclos. Hay un momento en que el CODA tenía una serie de nadadores buenísimos todos. Ahora no estamos tan arriba, pero el CODA es un referente".

El destino se cruzó en su camino cuando trabajaba como funcionaria en la antigua consejería de turismo, cultura y deporte. Sin saberlo, se habían abierto las puertas del éxito para su hija: "Un día llegó un señor presentando unos estatutos para fundar un club. Cuando empecé a leer digo: 'esto es un club para personas con discapacidad'. Pues yo tengo a mi hija. Cogí el pastelito caliente. Fue una casualidad, de estar en el sitio".

Su hija, María Leandro, es hoy una institución en la ciudad. "Antes no tenía técnica, pero ella la ría de Punta Umbría se la nadaba. La gente se le quedaba mirando. Ahí empezó todo". No obstante, no ha sido ni mucho menos un camino fácil.

"Falta mucho, pero ha habido muchísima evolución. Cuando empezó María no había nada. Hoy día la mayoría están estudiando. Esa independencia la van adquiriendo. Van al hotel y van con los monitores, pero ellos son los encargados de todo. Tienen que saber qué comer, cómo comportarse. Y se comportan maravillosamente bien. Nunca hemos tenido ninguna queja en ningún sitio".

Aun así, no termina de ser suficiente. El éxito de los nadadores, adquirido a base de trabajo y dedicación, es más meritorio si cabe si tenemos en cuenta que el club cuenta con tres días de entrenamiento a la semana, por los cinco que tienen los deportistas convencionales.

Por ello, tal y como reconoce Griñón, Rocío Garrido, Fernando Delgado y María Leandro son tres deportistas que "de vez en cuando entrenan con deportistas convencionales. Mayoritariamente con el Club Máster Huelva, que tenemos un convenio de colaboración con ellos, porque necesitan también un poquito más de entrenamiento".

Mientras tanto, Carmen Gutiérrez se muestra "agradecidísima al Ayuntamiento porque si tuviéramos que pagar esto no hay dinero, al igual que Diputación con el Iberoamericano", aunque no esconde que "es poco tiempo porque son tres días a la semana de 17:00 a 21:00, pero a las 17:00 entran los más pequeños. Menos mal que Pepe ha conseguido alargar la salida de los de competición". Un objetivo por el que el CODA seguirá luchando en su incesante búsqueda de formación de deportistas con discapacidad, una ocupación reconocida nacionalmente y que va a más en los últimos tiempos con la entrada de nuevos nadadores incluso en edades de atención temprana.