El juego sobre el green es el más personal que podemos encontrar en el golf. Es donde las sensaciones tienen más valor y donde cada uno puede poner en práctica sistemas que a otros no les funcionan. Por eso los consejos para mejorar el rendimiento con el putter pueden ayudar a un jugador pero no a otros.

Un factor decisivo para poder ser consistente con el putter es llevar la cabeza del palo por la línea adecuada, tanto hacia atrás como hacia delante. Tan pronto como la cabeza del palo se desplace de esa trayectoria, el contacto con la bola no será bueno y se desviará.

Una forma de incrementar su control sobre el palo consiste en extender el dedo índice derecho a lo largo del puño del putter. Esto consigue aumentar el área de contacto entre las manos y el palo y, por tanto, proporciona mayor control. Lo único que hacer falta es un ligero cambio en la posición del dedo: en lugar de colocarlo como si sujetara un gatillo, déjelo colgar a lo largo de la varilla hasta que la yema del dedo se apoye contra el puño. Si le resulta demasiado incómodo, limítese a estirarlo sólo un poco más de lo que lo hace habitualmente, aunque no lo extienda del todo.

Tenga en cuenta que esta técnica sólo le dará resultado si deja reposar el dedo contra el puño. Si el dedo presiona con fuerza, ahogará su propia sensación y no conseguirá su objetivo.

No se aleje del hoyo

Cuando los buenos jugadores empiezan a fallar putts cortos, normalmente echan la culpa a su falta de habilidad cuando, en realidad, el fallo puede estar en que se apoyan demasiado en la caída.

Las bolas, en putts de un metro o menos, no suelen tener tiempo de desviarse más de cinco centímetros como consecuencia de las caídas, antes de llegar al hoyo. Si la mayor parte de sus putts rozan el borde superior del hoyo, indica que la bola no ha tenido tiempo de "caer" más. Para corregirlo, no apunte nunca a ningún punto por fuera de los márgenes del hoyo.

Una buena idea puede ser dividir el hoyo en cinco partes (borde izquierdo, centro izquierdo, centro, centro derecho y borde derecho), lo que le proporcionará cinco puntos posibles a los que apuntar y todos ellos dentro de los límites del hoyo.

Existen dos situaciones en las que será mejor olvidar lo anterior y apuntar fuera del hoyo: una caída más pronunciada en un green muy rápido y una caída muy pronunciada en la que, además, la hierba se inclina a favor de la "caída".