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El punto que un recogepelotas le ganó a la campeona de la Copa del Rey de tenis en Huelva

Rebeka Masarova ganó el trofeo y Jil Teichmann, al público onubense. La tenista suiza mostró su simpatía en todo momento durante la disputa de la final femenina de la 98ª Copa del Rey de tenis, en Huelva, y protagonizó la anécdota del partido.

Después de que Masarova se impusiera en el primer set por un contundente 6-1, transcurría el quinto juego del segundo set cuando Teichmann sacaba para ganar el juego y colocarse con 3-2 de parcial. En ese momento llamó a uno de los recogepelotas y le cedió su raqueta, pidiéndole que sacara y jugara el punto por ella.

El chico, pese a la extrañeza inicial, no se arrugó ante el ofrecimiento de la tenista y se dispuso a sacar, echando a la red su primer servicio. El gesto de complicidad de la suiza le sirvió para intentarlo con el segundo y pese a su dudoso bote, Rebeka Masarova restó y se inició un intercambio de golpes que encantó al público.

En una pelota corta, Masarova subió a la red y aunque parecía que podía acabar el punto ahí, el joven recogepelotas lanzó un gran golpe pasador cruzado que la valió para anotar el punto y levantar los ánimos del público entre ovación y sonrisas. Punto y juego a favor de Teichmann, mientras ambas tenistas se dirigían a sus bancos de descanso y el juez árbitro buscaba la conformidad de ambas a la validez del punto. La suiza se ponía por delante en el segundo set para relanzarla en el partido.

El joven recogepelotas celebra el punto ganado con la raqueta de Jil Teichmann. El joven recogepelotas celebra el punto ganado con la raqueta de Jil Teichmann.

El joven recogepelotas celebra el punto ganado con la raqueta de Jil Teichmann. / Josué Correa

Durante todo el encuentro, ambas jugadoras mostraron una gran complicidad en la pista. Hablaban, bromeaban, reían y daban muestra de un ambiente distendido que, aún así, dejó grandes puntos y un segundo set muy disputado que llegó al juego de desempate. 

Jil Teichmann fue especialmente simpática e interactiva con el público, manteniendo diálogos entre punto y punto e incluso atendiendo a la petición de uno de los chicos de la escuela del Recreativo de Tenis desde la grada para hacer un saque bajo que sorprendió a Masarova y le valió un punto a favor.

Al final del encuentro, y antes de la ceremonia de entrega de trofeos, ambas tenistas atendieron las peticiones del público más joven para la firma de autógrafos y posar en fotografías. Y este partido lo ganó Teichmann sin discusión.

Jil Teichmann felicita al joven recogepelotas de Huelva. Jil Teichmann felicita al joven recogepelotas de Huelva.

Jil Teichmann felicita al joven recogepelotas de Huelva. / Josué Correa

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