La 'fábrica' jamaicana copa el oro en velocidad

La fábrica jamaicana de sprinters demostró ayer definitivamente que sus líneas de producción son las más eficientes del planeta.

El triunfo de Veronica Campbell-Brown en los 200 metros supuso un pleno del país caribeño en las cuatro pruebas de velocidad de los Juegos Olímpicos de Pekín.

El último país en lograr algo así fue Estados Unidos en 1988 y gracias a la descalificación posterior por dopaje en los 100 metros del canadiense Ben Johnson.

Campbell-Brown defendió con éxito su título olímpico de Atenas en los 200 metros con el mejor tiempo del año, 21,74 segundos. Fue, además, la carrera más rápida desde 1992, cuando Gwen Torrence corrió la distancia en 21,72 segundos en las semifinales de los Juegos de Barcelona.

"Tuve mucha motivación por parte de mi equipo", dijo la jamaicana de 26 años, que se impuso por delante de la estadounidense Allyson Felix, campeona mundial de los 200 el año pasado, y de otra jamaicana, Kerron Stewart.

El festival jamaicano empezó el sábado de la mano del gran héroe del atletismo de Pekín, Usain Bolt, que no sólo ganó los 100 metros lisos, sino que se convirtió en el primer hombre que baja de 9,70 segundos sin ayuda del viento.

Bolt batió su propia plusmarca mundial al parar el cronómetro del recinto del Nido de pájaro en 9,69 segundos.

Un día después, el turno fue para Shelly-Ann Fraser, que se impuso en la final de los 100 femeninos con un tiempo de 10,78. Por detrás de ella, otras dos jamaicanas, Sherone Simpson y Kerron Stewart, que compartieron la plata con un crono de 10,98. Fueron las únicas tres corredoras de la final que bajaron de los 11 segundos.

El miércoles, Bolt completó su show particular imponiéndose en la que es, en realidad, su prueba predilecta, los 200, y haciéndolo con otra plusmarca mundial, nada menos que 19,30.

El crono terminó con uno de los récords míticos del atletismo, que estaba en poder del estadounidense Michael Johnson, con 19,32 desde el 1 de agosto de 1996, en los Juegos de Atlanta.

"Somos la fábrica de velocistas del mundo", presumió la ministra de Deportes de Jamaica, Olivia Grange, después de que Bolt hiciera el doblete y antes de que Campbell-Brown completara el pleno del sprint.

Y la maquinaria parece bien engrasada. Ahora sólo falta que Glen Mills, entrenador de Bolt, convenza a su pupilo de que corra los 400. "Todo es posible", afirma Bolt.