"Me encantaría que Huelva se vuelque en esta aventura"

José Luis Orta Prieto intentará dar el próximo sábado una vuelta a Huelva a nado, bajando el río Odiel y remontando el Tinto. Este abogado, de 44 años de edad, se convirtió el pasado mes de septiembre en el primer onubense que cruzó nadando el estrecho de Gibraltar y lo hizo con el mérito añadido de que hace algo más de dos años una grave lesión en la espalda le obligó a pasar por el quirófano para que le sellaran tres vértebras (sacro y lumbar) con fijaciones de titanio.

Siempre le gustó hacer deporte, practicó el fútbol y el atletismo e incluso llegó a acabar una edición del maratón de Sevilla. Debido a sus problemas en la espalda ya no puede correr y se dedicó a la natación, primero como rehabilitación y posteriormente como hobbie. Ahora se ha planteado un nuevo reto.

-¿Cómo afronta la vuelta a Huelva a nado?

-Con enorme ilusión. Tengo previsto tirarme al agua el próximo sábado sobre las 11:30 desde el muelle de la canoas, pasando por los municipios de Huelva, Palos de la Frontera y Moguer. Mi idea es pasar nadando por el muelle del Tinto, las fábricas, el Club Marítimo de Huelva, llegar al monumento a Colón, cruzar el puente y remontar el Tinto pasando junto a las balsas de fosfoyesos hasta llegar a Moguer.

-En su travesía va a contar con ayuda.

-No voy a estar solo. Hay un gran ambiente preparado a mi alrededor y gente que me va a acompañar en barcos, piraguas, corriendo… Van a venir amigos, familiares y gente de Huelva que quiere a su ciudad. Me encantaría que viniera gente que no conozco de nada, que Huelva se vuelque.

-Tres generaciones de su familia van a estar en el agua.

-Efectivamente. Mi madre, Conchita, a la que dedico esta aventura, me acompañará un tramo en el Odiel y mi hijo José Luis, de once años de edad, lo hará junto al monumento a Colón. Somos onubenses que queremos a esta ciudad. Es una enorme motivación que naden un rato junto a mí.

-¿Se ha planteado algún tiempo en su travesía?

-Para nada. Tengo claro que yo no voy a estar a gusto en el agua y que voy a sufrir. Quizá a los 15 o 20 minutos me empiece a doler la espalda. No soy un profesional y esto es sólo un intento. No soy un deportista de élite, como David Meca, simplemente un abogado aficionado al deporte que afortunadamente lleva ejerciendo 20 años. Soy frágil, tengo un 44 por ciento de minusvalía, tres vértebras selladas y no sé cómo me puedo encontrar el sábado, si estará nublado y con el frío del agua me empezarán a doler los hierros de la espalda. Me puedo contracturar, algo que me ha sucedido hasta bostezando, pero quiero intentarlo.

-¿Su preparación ha sido la idónea?

-Tras cruzar el estrecho de Gibraltar perdí un poco la motivación y llegué a nadar muy poco, hasta que se me ocurrió esta idea. Este invierno he nadado más de 1.000 kilómetros. Voy a intentar llegar a Moguer, aunque no sé si lo lograré. Sé que voy a pasar muchas horas de sufrimiento y cuando acabe no me planteo ir en una ambulancia al hospital, sino tomarme una cerveza y un bocadillo de jamón, disfrutando con mi gente. Voy con toda la ilusión del mundo pero no sé qué me voy a encontrar.

-¿Qué distancia piensa recorrer?

-Calculo que unos 15 o 20 kilómetros, aunque no lo sé. Dependerá mucho de las corrientes porque si la cojo en contra, con la fuerza máxima, tengo claro que no puedo con ella porque tira a seis nudos y yo puedo nadar a unos 2,5 o 3. Sé que el Odiel tiene una corriente más o menos estable, pero el Tinto me han dicho que hay zonas en las que hay remolinos. Mi objetivo es no coger la corriente en contra.

-¿No le da reparo nadar junto a las balsas de fosfoyesos?

-Le voy a contestar con una reflexión. He pensado muy bien lo que voy a hacer pero si alguien piensa que corro peligro que amplíe esa preocupación a las cerca de 150.000 personas que viven en la ciudad de Huelva a escasos metros de las balsas. Agradezco que se preocupen por mí, pero que lo hagan por otras cosas, como que vivamos en una zona de alto riesgo.

-¿Su aventura supone alguna reivindicación?

-No quiero convertirme en bandera reivindicativa de nadie. Produce envidia ir a cualquier sitio costero como Cádiz o Málaga y ver que viven de cara al mar. Huelva es una ciudad muy bonita y es una pena que aquí no lo podamos hacer. Mi madre se bañó muchos años en la punta del Sebo y es una verdadera lástima que ahora ya no lo podamos disfrutar.

-Sé que ha tomado precauciones

-Voy a nadar con un traje de neopreno. También podría ponerme escarpines y guantes, aunque probablemente no los utilizaré. No llevo un equipo médico, porque no soy profesional y ni siquiera tengo entrenador pero sí van a estar amigos míos que son enfermeros y médicos. Tengo el tema muy controlado y los permisos correspondientes de la Capitanía Marítima y el Puerto.

-También cuenta con la ayuda de dos patrocinadores.

Quiero agradecer públicamente la ayuda que he encontrado de Audi y Ceosa, que en estos tiempos de crisis no han dudado en colaborar conmigo en esta aventura, en la que quiero que toda Huelva se vuelque.