El Ciudad de Huelva certifica su descenso de categoría en otro partido nefasto (92-107)
En ningún momento estuvo siquiera cerca de igualar la eliminatoria, donde fue muy inferior tanto en la ida como en la vuelta
El equipo ha pasado de pelear por el primer puesto en diciembre a descender a Tercera FEB en cuestión de meses
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El 3 de mayo de 2025 se acabó oficialmente la aventura en Segunda FEB, la tercera categoría del baloncesto nacional. Porque pasó lo que tenía que pasar. Evitar el descenso directo solo era nadar para morir en la orilla. El Ciudad de Huelva ha confirmado su descalabro con la pérdida de categoría a costa de un infame playout de permanencia donde fue muy inferior a su rival. A Mataró solo le bastó con ser intenso en defensa y acertar en el tiro exterior para solventar la eliminatoria con cierta facilidad.
El Ciudad de Huelva únicamente opuso resistencia en los dos primeros cuartos del partido de ida. A partir de ahí se desmoronó por completo. No aguantó el tirón de Mataró, letal desde la línea de tres, y se vino a Huelva con una ventaja de 20 puntos que era prácticamente imposible de remontar.
Tan solo un milagro y la fuerza del Andrés Estrada, una olla a presión, podía devolver algo de esperanza a un Ciudad de Huelva que arrancó con ganas el encuentro, pero con una defensa impropia de la categoría. Porque los refuerzos que vinieron a suplir a los Treviño, Pa Mor Diene, Gaizka Maiza y compañía no han dado el nivel suficiente para mantenerse. Y eso se demuestra en partidos como los de este sábado, donde los onubenses no estuvieron ni cerca en ningún momento de darle la vuelta a la situación.
Las 10 derrotas consecutivas que llevaron al equipo de la segunda posición a rozar el descenso directo solo hacían presagiar un desenlace posible. La falta de intensidad defensiva, el acierto de Mataró desde el exterior (50% de acierto en triples con un notable 19/38) y la falta de puntería que tanto condenó en tierras catalanas volvieron a ser factores determinantes en el choque.
Porque Mataró sí aprendió de los pocos errores que tuvo en la ida y, entre otras cosas, sostuvo continuamente a Mays con un doble marcaje que apenas le dejaba recibir la pelota. Y si le anulas al Ciudad de Huelva a su mejor jugador, lo normal es que sus opciones se reduzcan drásticamente. Ahí emergió la figura de Chabi Yo, de los pocos que han aguantado dignamente el tirón, firmando 26 puntos, 11 rebotes y 32 créditos de valoración.
Sin embargo, el Ciudad de Huelva volvió a pecar de permitir lanzar a los jugadores más peligrosos de Mataró. Por eso Jordi Juanola volvió a sacar a relucir su mano con 21 puntos y 5/8 en triples. Esta vez la actuación fue más coral y los 107 puntos se repartieron entre Traver, Jordi Boix y compañía.
El Ciudad de Huelva fue continuamente a remolque. Solo se puso por delante en los primeros compases, en un ritmo anotador elevado, y los visitantes no tardaron en tomar el control y ponerse por delante para evitar complicaciones. Tal era la frustración que Pape Sow cometió una antideportiva. Así, con el 43-51 se llegó al descanso. Una diferencia de 28 puntos más insalvable por sensaciones que por posibilidades reales dentro de la pista.
La charla de Pontanilla no surtió efecto. Mataró no pasó apuros no ya en la eliminatoria, sino en el partido. Los entrenadores, conscientes de que las posibilidades eran nulas, se olvidaron de pedir tiempos muertos y el reloj corría a toda prisa. El duelo se encaminó sin prisa pero sin pausa hacia su final. Se convirtió en un correcalles, con ambos equipos lanzando y anotando a diestro y siniestro sin oposición alguna.
Finalmente, Mataró se fue a los tres dígitos y celebró en Huelva una permanencia merecida. Los onubenses, con un Gonzalo Fernández llorando desconsolado al término del partido, jugarán la próxima temporada en Tercera FEB para tratar de olvidar un año que pintaba ilusionante y que ha terminado de la peor manera posible.
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