Una ciudad campeona
bádminton final de la liga nacional de división de honor
Huelva se acostumbra al brillo del deporte onubense en la élite nacional La afición llevó en volandas al club de La Orden para lograr su tercer título de Liga por el camino más corto
Huelva le ha cogido gusto a ganar. El éxito del deporte onubense es el de una ciudad que tiene ya un nombre en la élite nacional con el esfuerzo y el sacrificio de sus clubes más modestos. Y el Bádminton IES La Orden es uno de ellos. Convertido ahora en tricampeón de Liga, ayer parecía, en plena celebración, que tiene en su haber muchos más títulos. Y que los deportistas de Huelva han estado siempre logrando éxitos para una ciudad tan precursora como huérfana de alegrías su afición.
Es verdad que en la finalísima de ayer se jugaba con ventaja: por la experiencia de haber ganado dos títulos previamente, que ahuyentaba los nervios de los principiantes; por la fortaleza de un equipo que, inequívocamente, es actualmente el mejor de España; y por una renta casi palmaria lograda en la ida en la cancha de ese enemigo íntimo que es el todopoderoso Soderinsa Rinconada.
Quizá por eso la tensión no fue la misma antes del encuentro. No hubo lleno hasta la bandera en el Andrés Estrada. Aunque tampoco hizo falta. La afición onubense fue fiel a una cita histórica (una más) y acompañó el momento con la intensidad requerida. ¿Que el IES La Orden necesitaba ganar al menos tres partidos para asegurarse el título? Pues ahí estuvo la grada para llevar en volandas a sus jugadores y lograrlo en los tres primeros en disputarse, sin concesiones a la emoción ni al tiempo.
El equipo onubense no ha jugado nunca una final tan (aparentemente) cómoda como la de ayer. Quizá de haber llegado con más apuros a este encuentro de vuelta, no hubiera quedado ni un hueco libre en la grada. Quizá también se hubieran disputado los siete partidos para dejar una final épica, de esas que multiplican la afición entre los neófitos. Pero no había que llegar a ese extremo.
Al Recreativo IES La Orden, y a la propia afición de Huelva, le venía bien disfrutar de una tarde como la de ayer. Convertir ese triunfo cantado en un homenaje a un club que se merece un monumento en la ciudad, convertido en el mejor ejemplo de alcanzar lo más alto desde la modestia, desde el gimnasio de un instituto.
Y la afición se tomó también su particular tributo para saborear el éxito con más tranquilidad de la esperada. Primero soplando a favor de la pareja del dobles mixto, Haideé Ojeda y Pablo Abián, que logró con autoridad el primer punto de los tres necesarios.
Luego para crear el ambiente propicio para que en los dos partidos siguientes se sumara también. Ni el traspié que tuvieron Daniel Sánchez y Eliezer Ojeda en el primer set del dobles masculino echó por tierra la ilusión en la grada.
Primero, Haideé Ojeda y Noelia Jiménez lograron el segundo punto en sólo dos parciales, con autoridad, como en el primer partido. Y toda la emoción quedó para el último set de los chicos, con la grada totalmente volcada, para llevar de un 5-5 de partida en ese momento al 21-8 final.
Llegó la explosión de alegría. Y casi fue contenida, calmada en los primeros instantes, con el poso propio de los campeones. De los tricampeones, en este caso. Porque el IES La Orden ha aprendido durante muchos años a perder, y ha sabido también estos años ganar y convertirse en uno de los grandes clubes de la historia del bádminton en España. Y la grada, dio una lección con sus aplausos al rival en el podio, dejando a un lado rivalidades malsanas del pasado y agradeciendo la alegría que a veces da el deporte. Bendita justicia divina.
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