Tenerife-recreativo

Víctima del vértigo (1-0)

  • Atenazado por lo que se jugaba, el Decano perdió el carácter competitivo de las últimas semanas. Un penalti inexistente dio la puntilla a un equipo demasiado espeso en el campo.

Si no terminó el sueño en el Heliodoro Rodríguez López... Poco queda de él. La plaza del sí o sí, que diría algún mandatario hispalense, se convirtió en la del despertar más amargo y abrupto. Un rival de Segunda B contra el que pavonear el nuevo estatus de aspirante a la promoción, pensaron los albiazules. 90 minutos después, cabezas bajas, orgullo herido y opciones dilapidadas en un encuentro en el que el Decano recibió lo que mereció. Tuvo oportunidades para ganar. Resulta innegable, pero la realidad es que un aspirante a disputar el play-off no puede ofrecer tan poco contra una calamidad de oponente. Antes de pasar por Tenerife existían posibilidades, pocas y difíciles, aunque auténticas. Tras el choque de ayer en las islas todo queda casi en milagro.

Ambiente tenso, crispación exterior y protestas múltiples de los accionados. Ese fue el escenario que se encontró el Recre. Cualquier equipo lo hubiese firmado. Con ese panorama empapado de gasolina, sólo era preciso activar la chispa que prendiese el incendio de la pira tinerfeña. Chispa o tensión. Cualquiera de los calificativos valen. Ninguno de los dos argumentos formó parte del equipaje recreativista.

El Decano se sintió muy incómodo en el campo durante todo el encuentro. Resultó revelador el inicio del choque. Era de esperar una salida animada de los locales. Tras llegar al campo escoltados por la policía ante el temor de incidentes, no era cuestión de bajar los brazos demasiado pronto. Lo que no esperaban los chicharreros era encontrarse con tan escasa resistencia enfrente. Si Antonio Hildalgo está acertado en el primer cuarto de hora habría concluido el partido.

El desacierto y la falta de tensión visitante fueron determinantes para que la víctima se transformase en verdugo del sueño recreativista. Sin cordura en los movimientos y excesivamentes nerviosos, pareció por momentos que quien se estaba jugando la permanencia ante su gente era el Decano y no al revés. Una pérdida tras otra marcó el desarrollo de la primera mitad, en la que Nino pudo nuevamente adelantar a los suyos a los 20 minutos tras un robo en la salida del cuero por parte albiazul.

Al Recreativo le costó más de media hora encontrarse en el campo. Deambuló durante todo ese tipo sujeto a sus propias imprecisiones. Jesús Vázquez estuvo errático y a su lado no encontró con facilidad el siempre bien posicionado Matamala para descongestionar. En un duelo en el que la posesión del esférico fue mayoritariamente local, Emilio Sánchez sufrió una barbaridad detrás de la pelota.

De hecho, la primera ocasión clara del Recre no llegó hasta pasada la media hora del encuentro. Juan Villar puso a prueba a Sergio Aragoneses (34'). La acción puso de manifiesto la obvia debilidad canaria. Los problemas del Tenerife estaban ahí, sólo era necesario activar la tecla correcta para que saltara por los aires. De nuevo pudo Juan Villar, el hombre del partido por lo que pudo ser. A falta de tres minutos para el descanso, presión de Asen en la banda, balón cedido a Dani y el sevillano asiste a Juan Villar que envía fuera.

Quedó patente la relativa facilidad con la que se podía sacar partido de los problemas locales. Apenas apretar algo más, tener paciencia en la elección del paso y no conceder balones que les hiciera crecer en el campo. Fácil de hacer en la pizarra porque en el césped la historia no resultó. A balón parado pudo cambiar el curso del choque Manolo Martínez. El alicantino se encontró con Sergio Aragoneses y el larguero a los instantes de la reanudación.

Un aviso sin continuidad. El Recre se retiró de nuevo a su letargo, permitió al Tenerife sentirse cómodo y sesteó. Jugar con fue suele tener consecuencias desastrosas en el fútbol. La superioridad no se da por hecha hasta que se demuestra. Acudir como favorito a un campo está bien, pero hay que ejercer de ello y eso pasa por tener el timón del encuentro y obligar al oponente a caminar al paso que se le marca. Al revés sucede lo que sucede.

A Juan Villar le pesó demasiado la primera parte. Tuvo la tercera ocasión del partido en sus botas. Por su mente debieron pasar los errores anteriores y no definió cuando era lo más lógico. En lugar de eso cedió el esférico a Dani. Aragoneses se adelantó para evitar el tanto que habría supuesto la victoria (60').

Con media hora por delante, Carlos Ríos quemó sus naves. Buscó la verticalidad de Fidel y Aarón. El ilicitano respondió algo mejor que el onubense, a quien la presión le sigue atenazando en momentos importantes. El Tenerife rompió el partido. Descolgó a Nino y buscó descaradamente el contragolpe ante lo que tenía que ser un acoso final albiazul. Aún así siguió sintiéndose cómodo el cuadro local. Volcado sobre el campo chicharrero, un balón suelto a Germán concluyó en el polémico penalti de Fabricio que Nino anotó.

Cruel hasta el final. El Decano acudió a las Islas Afortunadas buscando alimentar el sueño de la promoción y regresó de vacío. Perdió gran parte de sus opciones en una acción polémica que, no obstante, no puede ocultar la realidad de un encuentro en el que el Recre no hizo lo que le correspondía, siendo el principal responsable de que la promoción se aleje cada vez más.

- Ficha técnica:

1 - CD Tenerife: Sergio Aragoneses; Marc Bertrán, Pablo Sicilia, Ezequiel Luna, Bellvis; Ricardo, Mikel Alonso (Kitoko, min. 77); Omar (Juanlu Hens, min. 56), Antonio Hidalgo, Dubarbier (Germán, min. 65); y Nino.

0 - Recreativo de Huelva: Fabricio; Rafita, Manolo Martínez, Gallardo (Cabrera, min. 81), Raúl Cámara; Juan Villar, Emilio Sánchez, Jesús Vázquez, Aitor (Aarón, min. 54); Dani y Asen (Fidel, min. 53).

Goles: 1-0. Min. 88: Nino, de penalti.

Arbitro: José Luis Lesma López (Comité Madrileño). Amonestó a los jugadores locales Nino, Dubarbier y Pablo Sicilia, y a los visitantes Manolo Martínez, Gallardo, Fabricio y Jesús Vázquez.

Incidencias: encuentro disputado en el Heliodoro Rodríguez López ante unos 6.872 espectadores. Se conmemoró el quincuagésimo aniversario del primer ascenso local a Primera con el saque de honor por parte de algunos jugadores que protagonizaron el mismo, además, se guardó un minuto de silencio por la reciente muerte del ex jugador local Francisco Sánchez García.

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