Serrano se niega a negociar su salida porque le impediría cobrar de inmediato
Si acepta irse ahora tendría que convertirse en un acreedor más y esperar al convenio.
Ni Alfonso Serrano quiere seguir, ni el club quiere que lo haga. Es más, cuando el accionista mayoritario se puso en contacto con José Miguel de la Corte para que asumiera la presidencia recreativista le aseguró que se encontraría el puesto libre. La presencia del director deportivo albiazul en el club parece más cuestión de un pulso personal del vallisoletano que un deseo de cualquiera de los mandatarios. Los que se van hicieron lo posible por deshacerse de él y los que entran lo heredan sin contar con su trabajo en el proyecto.
En sus últimas horas como consejeros del Decano, los dirigentes salientes hicieron todo lo posible por intentar alcanzar un acuerdo con Serrano para que se marche de la entidad. Sin embargo, el director deportivo no acepta un acuerdo ni aunque se le garantice el pago de la totalidad del dinero que tiene firmado. La razón es muy simple. Si acepta la rescisión, aunque sea pactada, se convertirá en un acreedor y tendrá que sumarse a la lista para poder cobrar y eso implica esperar el tiempo que sea necesario. En cambio, si aguanta hasta el final de la temporada podrá ir percibiendo sus emolumentos mensualmente o como los tenga establecidos, ya que así está garantizado por el proceso concursal que rige en estos momentos la administración recreativista. Si no hubiese una Ley Concursal de por medio que impidiese el cobro inmediato de su contrato, es más que probable que a estas alturas ya no figurase en la nómina albiazul.
Este periódico ha podido saber que el director deportivo recreativista intentó, ante la posibilidad de que el equipo entrase en concurso de acreedores, forzar su salida, aunque entonces encontró la negativo de la entidad. La respuesta fue que si quería irse debía perdonar dinero.
Ante este panorama, se está barajando la posibilidad de relegarlo de sus funciones o bien reducir su capacidad de acción para que siga trabajando mientras dure su contrato, aunque con menos responsabilidades. Sería una de las primeras medidas que podría poner en práctico el nuevo consejo de administración.
El paso de Alfonso Serrano por el Decano ha sido un desastre. Su gestión ha estado marcada por los errores. Con Carlos Ríos en el banquillo son ya cuatro los preparadores en menos de un año y medio. La lista de futbolistas alcanza los 27 en este tiempo, con un rendimiento bastante decepcionante en la mayoría de los casos y clamoroso en otros. Su nombre ha estado en todas las quinielas para salir desde la campaña pasada, pero la economía lo salvó siempre.
La última escenificación de sus deseos por irse fue la rueda de prensa de presentación de Carlos Ríos y Juan Merino como entrenadores del primer equipo. Además de meter en un lío al Recre con el Colegio de Entrenadores, sus formas delataron su disconformidad en Huelva.
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