El fútbol como evasión. El Ciudad de Lepe vivirá a partir del mediodía de este domingo un partido que debe servir para que los ciudadanos de la localidad aparquen al menos durante los 90 minutos de juego las preocupaciones provocadas por la fuerte tromba de agua sufrida el pasado jueves. San Roque de Lepe y UD Tamaraceite de Gran Canaria serán los protagonistas de un choque al que, en lo meramente deportivo, llegan ambos equipos necesitados de puntos para salir de los puestos de descenso.

A los futbolistas de Antonio Fernández Rivadulla les toca abstraerse de la situación que atraviesa Lepe para intentar buscar su primera victoria de la temporada ante un rival que llega empatado en la clasificación con el solitario punto que tienen los dos equipos fruto de un empate, en el caso del San Roque en su último partido la semana pasada en Don Benito. Ese punto, conseguido mostrando por fin una gran solidez defensiva, debe servir para que cambie la dinámica de las dos primeras jornadas y que arrastraba de la pretemporada, en la que cada saque de esquina o falta lateral en contra suponía una jugada de peligro en su portería.

Si en el partido ante el Tamaraceite el conjunto aurinegro es capaz de mantener esa seguridad atrás, ya solo faltaría que el talento de sus jugadores de ataque comience a salir para crear ocasiones y, lo que sería aún más importante, convertirlas en gol que les permita ganar su primer partido del año.

La lógica llevaría a pensar que el técnico lepero repetirá este domingo de inicio el esquema que opuso al Don Benito, con David Robador en la portería, defensa de tres centrales y Migue Brenes y Fran Ávila como carrileros, Adrián Ruiz como único pivote, con Charaf y Víctor Morillo en los costados, y Nané y Chuma como doble referencia en ataque. Aunque eso dice la teoría, porque también es sabido que al entrenador gallego del San Roque le gusta variar de esquema táctico y de jugadores de un partido a otro, o incluso dentro de un mismo partido, lo que le daría a Joel la oportunidad de entrar en el once titular en el doble pivote, lo que provocaría que uno de los centrales se quedase en el banquillo, o a Camacho salir de inicio para tener más juego por dentro.

En cualquier caso, como decía Adrián Ruiz en declaraciones esta misma semana, “aquí en casa nosotros somos fuertes. Creo que ellos van a venir a encerrarse y que no pase nada. Nosotros tenemos que estar lo suficientemente tranquilos porque va a ser un partido muy largo”, esto significa que el equipo debe tener paciencia para no desesperarse si el gol tarda en llegar.

Por su parte, el Tamaraceite llega a Lepe con idéntico propósito que el San Roque, que no es otro que estrenar su casillero de victorias, teniendo en cuenta que su solitario punto lo ha conseguido en el único partido que ha jugado fuera de casa. El futbolista más conocido del equipo grancanario es el veterano centrocampista onubense López Silva, mientras que la gran mayoría del resto de miembros que componen la plantilla que entrena Pachi Castellano son jugadores que han desarrollado la mayoría de sus carreras en equipos canarios, lo que le añade un punto de incertidumbre por el desconocimiento que se pueda tener de ellos, aunque nada de eso debe coger de sorpresa a Antonio Fernández y a sus jugadores.

En definitiva, partido que va más allá de lo estrictamente deportivo a pesar de la gran importancia que tienen los puntos en juego, pero que también debe servir para que los aficionados al fútbol en Lepe tengan unas horas de evasión, y si encima gana el San Roque, pues una alegría que palie aunque sea mínimamente los problemas que arrastra la localidad de Lepe.