Si no es por una cosa es por otra. El caso es que a la 13ª jornada de Liga, el Cartaya no sabe lo que es ganar fuera y eso te retrasa. Esta vez, aunque es el partido que nunca se juega, fue por mor de la expulsión de Ceada, a los 29 minutos, lo que provocó condicionar la carretera, que se empinó hasta el infinito para un conjunto rojinegro al que hay que agradecerle la entereza y su espíritu colectivo. Eso le bastó, durante mucho tiempo, para apagarle la luz a un San José que solo a un minuto del noventa encontró el camino de Simón.

Era un partido, como otros anteriores, por aquello de romper la dinámica, que tenía marcado en rojo el Cartaya: “Ahora o nunca”, se deduce que dijeron en el vestuario. Además, era una jornada propicia para recortar por arriba, como el final se confirmó, por aquello de los enfrentamientos directos entre los enemigos reconocibles.

El partido arrancó con condicionantes porque se disputó en el anexo del Felipe de Valle, en un terreno de juego de reducidas dimensiones, de hierba artificial raída por el desgaste y ahí salieron los dos equipos protagonistas. Aún así, el Cartaya, armándose de personalidad, se puso manos a la obra para imponer su estilo y su dibujo. Y lo logró, incluso con acercamientos peligrosos en la primera parte que a punto estuvieron de acabar en gol. Para el contrario tan solo una falta que escupió bien Simón de puños. Todo eso en la primera media hora, porque a raíz de la expulsión por doble cartulina de Ceada, el Cartaya cerró filas y cedió campo e iniciativa a un San José que no supo qué hacer con todo lo que ello suponía.

El inicio de la segunda parte fue altamente esperanzador para el Cartaya. Falta que ejecuta Pereira, la toca de cabeza Zamorano y Sebas, también con la testa batió a Álex Hormigo. Minuto 55 de partido. Era una señal. Prohibido rendirse y atención escrupulosa a la contención. Pudo aumentar la cuenta el Cartaya en un balón que pasó por delante de Rosalvo. Al carioca le faltó un número más de bota. El canto de un duro para convertir el segundo.

Ellos, a toque de corneta y tambor, a latigazos, lo intentaban de todas las formas posibles. Con infinidad de cambios incluidos. Y las tuvieron para el empate. Una de ellas la salvó Simón como solo hacen los enormes de reflejos, con el pie, a quemarropa. Otra se fue al palo y la consecutiva la volvió a sacar el portero del Cartaya a córner. Y precisamente a la salida de ese saque de esquina, al portero rojinegro se le olvidó coger el metro para medir y Otón, que pasaba por allí, la empujó al fondo de la red sin oposición alguna. Minuto 89 de partido.

De ahí hasta los siete minutos que añadió el colegiado pudo pasar cualquier cosa, hasta que ellos dieran un tiro en el travesaño y que el Cartaya tuviera un par de amagos a pelota parada. No pasó nada y firmaron el empate a uno, que tal cual el esfuerzo de unos y otros se antoja justo. Para el Cartaya porque resistió con diez mucho tiempo y para el San José porque las tuvieron de varios colores.

Sigue sin ganar el Cartaya fuera y se avecina una semana movida, en teoría, porque el futuro del club está en juego. Hay que resolver el aspecto económico inmediato y de ahí la incertidumbre, que, dependiendo lo que pase, puede marcar el caminar el equipo en competición.

FICHA TÉCNICA

San José: Hormigo, Pablo (Kisko), Dani (Enoury), Ismael, Otón, Montaño, Lora (Noah), Varona (Aranda), Lobo, Guti (Rubén) y Jurado (Jiménez).

Cartaya: Simón, Benítez (Aitor), Novoa, Zamorano, Franci Ruiz, Mario, Sebas (José Díaz), Pereira (Feria), Rosalvo (Pitu), Lolo y Ceada.

Árbitro: Alejo Moya, de Jaén. Amonestó por lo locales a Dani, Lobo y Kisko y por el Cartaya a Simón, Novoa, Franci Ruiz, Pereira, Aitor y a Ceada, que vio dos amarillas por lo que fue expulsado en el 29 de la primera parte.

Goles: 0-1 Sebas, minuto 55; 1-1 Otón, minuto 89.

Incidencias: Unos 300 espectadores.

RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN