El Recreativo inventa el lema de 'a entrenador nuevo, empate seguro'

Pocos son los equipos que tras un cambio de entrenador no sufren una metamorfosis cuanto menos llamativa. Estímulos, actitud o ganas de revancha suelen pesar más que las escasas lecciones en unos días pueda aplicar el nuevo técnico. Es materialmente imposible que ningún preparador, ni siquiera el mejor del mundo, sea capaz de convertir a un conjunto con problemas en una máquina engrasada. Para ello es preciso disponer de la paciencia suficiente aunque en estas ocasiones suele ser un bien escaso.

No deja de ser curioso que en eso de a 'entrenador nuevo, victoria segura' el Decano tenga su propia fórmula. Los últimos dos relevos en el banquillo albiazul se habían saldado curiosamente con sendos empates a uno. El primero de ellos con Lucas Alcaraz en sustitución de Manolo Zambrano en Valladolid y el siguiente con Raúl Agné contra el Levante en lugar de Javi López. En este caso Carlos Ríos repitió el fondo de la tradición, aunque falló en la forma porque el Recre de Vallecas, como el de toda la temporada, se quedó sin marcar.

Este primer encuentro con el sanluqueño en el banquillo no permite sacar conclusiones. Cualquier valoración carece de base en cuanto que no tiene tiempo para su desarrollo, si bien al menos permitió observar varias pinceladas que definen lo que es a día de hoy el conjunto albiazul y lo que se puede esperar que llegue a ser.

Partiendo de un punto de vista positivo posiblemente lo más interesante que arrojó el choque de Vallecas fue la posibilidad de ver a un conjunto íntegro. Mantuvo por primera vez en toda la temporada una línea constante de regularidad. Sin llegar a ser brillante, sí fue suficiente como para ser el primer equipo que logra puntuar en el Teresa Rivero. Partiendo de ese punto, el empate es un buen resultado, aunque en estos momentos el Recre necesita sumar de tres en tres y no dispone de oportunidades para felicitarse por estas victorias parciales. Los de Carlos Ríos estuvieron serenos, mejor situados que los vallecanos y siempre en mejor disposición que su oponente para llevarse los tres puntos. Además, cuando entraron en esa fase del choque en la que los equipos con dificultades sufren el vértigo a perder lo que tienen y abonan el terreno para ello gracias a los nervios, fue capaz de mantener el tipo y la serenidad. Ahí tiene un puntal al que aferrarse.

En cuanto al aspecto mental y anímico es muy pronto para valorar cuál es el estado real ya que este primer partido siempre tiende a engaño. La motivación suele ser superior a la habitual por diversas razones. Será necesario un margen mayor para ver si psicológica el equipo se ha recuperado. Al menos el ánimo con el que salieron del Teresa Rivero fue bueno, pues no fueron pocos los que festejaron el punto conseguido como un premio menor.