Nerva rinde homenaje a Juanín García

Betis B, Córdoba B y el anfitrión se enfrentan mañana en un triangular

Juanín, durante un partido disputado en el Santiago Bernabéu.
Juanín, durante un partido disputado en el Santiago Bernabéu.

Los equipos filiales del Betis y el Córdoba participan, junto al Nerva (anfitrión y recién ascendido a Regional Preferente) en el triangular que se disputa mañana (19:30) en el Complejo Municipal Deportivo Antonio Galindo en homenaje a Juan García, Juanín, uno de los mejores jugadores de la historia que ha visto nacer la cercana cuna del fútbol español en la localidad minera.

Juanín fallecía a finales de marzo del año pasado, a los 72 años de edad, en la Córdoba donde triunfó durante la década de los 60, tras pasar fugazmente por el Extremadura y debutar como profesional con el Betis B con tan solo 17 años, procedente del Nerva.

Al año siguiente se convirtió en uno de los grandes artífices del primer ascenso a Primera División, conseguido en Huelva. Fue también el autor del primer gol que el equipo blanquiverde anotó en esa categoría, al Valladolid.

Durante la temporada 64-65, colaboró decisivamente en la mejor clasificación del conjunto cordobés en su historia cuando, entrenado por Ignacio Eizaguirre, terminó quinto en la tabla. No perdió un encuentro como local durante todo el año y su equipo apenas recibió un par de goles en casa. Jugaba de centrocampista y jamás fue amonestado en toda su carrera deportiva. Aún hoy en día, después de tantos años, continúa siendo el máximo goleador del equipo cordobés con una cincuentena de tantos en su haber.

Además, formó parte de la plantilla que alcanzó en 1965 las semifinales de Copa del Rey, donde cayó ante el Athletic de Bilbao. En la temporada 69-70, después de diez años de completa dedicación a su equipo, Juanín se retiró como futbolista, dejando su semilla en la Escuela que fundó junto a Diego Moreno, la primera de la ciudad, en 1985.

Su hijo Juan Alfonso García jugará unos minutos con cada una de las camisetas que su padre defendió a lo largo de su trayectoria. Pero, sobre todo, lucirá con orgullo la del número 8 que mitificó en Córdoba hasta el punto que ningún jugador la vuelto a vestir tras su fallecimiento.

Emocionado, García recuerda como, en el reciente ascenso del Córdoba a Primera, el teléfono no cesaba de sonarle para comentar lo mucho que Juanín hubiera disfrutado el ansiado regreso a la élite del fútbol español.

García no tuvo la suerte de ver jugar a su padre porque cuando él tenía apenas dos años Juanín colgaba las botas para convertirse en ídolo de la afición cordobesa.

El Ayuntamiento de Nerva le tributó el año pasado un más que merecido homenaje al concederle a título póstumo el Galardón Torre de Nerva, junto a sus hermanos Manuel y Ramón, magníficos jugadores de fútbol que, como Juanín, llegaron a demostrar su valía en equipos como Recreativo de Hueva, Betis, Sevilla y Córdoba.

Manolo, el mayor, jugó en el Nerva, llegando a fichar por el Recreativo de Huelva, al igual que Ramón, que también militó en el Sevilla, Betis, Cádiz y Baleares.

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