El regatista onubense Guillermo Flores, vigente campeón de España de la clase láser atandard, ha renunciado a participar en el Campeonato del Mundo ante la imposibilidad de recabar apoyos económicos suficientes para poder afrontar una competición tan costosa, que este año se celebra en Japón.

“Pongo fin a esta temporada sólo a falta del Campeonato de Andalucía, ya que finalmente por falta de apoyos económicos he tenido que renunciar al Mundial”, dijo el regatista del Club Náutico Río Piedras, frustrado por la renuncia y por las malas sensaciones que le deja el pasado Europeo, en el que no pudo estar luchando con los mejores.

Al respecto, explicó que acabó la competición continental “con un sabor amargo”, pues en ella “absolutamente todo se torció” y sufrió “una infinidad de problemas” para llegar a Oporto (Portugal), ya que tuvo varios accidentes en el transporte de su embarcación, lo que le retrasó bastante su llegada y no pudo “apenas entrenar” antes del comienzo.

“He tenido que luchar contra los elementos, contra 160 regatistas, y lo que es peor, contra mi cabeza”, señaló Flores, que subrayó que a pesar de todo intentó dar lo mejor de sí cada día.

Tras transcurrir algunos días del Europeo, aseguró que está “afortunadamente recuperado” y agradecido a su club, patrocinadores y familiares por “todo su apoyo”, no sin antes apuntar que le espera “un próximo año olímpico muy intenso: a sacudimos el polvo y a por más”, apuntó.

Curiosamente, en los 80, el regatista isleño Augusto García también tuvo que renunciar al Mundial de windsurf que se celebraba en Japón, pero finalmente la organización le ayudó con los gastos y pudo presentarse y proclamarse campeón del Mundo.