Colunga, preso de la insolvencia
Al diamante en bruto al que se encomienda el Decano para aliviar sus arcas no le faltan 'novias', aunque sin liquidez · Su marcha al Betis, condicionada por la salida de Emaná o Sergio García del conjunto verdiblanco
El Recreativo de Huelva tiene el producto, posee un bien anhelado por muchos, y necesita venderlo. Hasta ahí, todo parece fácil. El problema, que no encuentra un comprador dispuesto a pagar su precio. Ninguno de los potenciales postores por el brillante en bruto a cuya venta se encomienda el Decano para liberar a sus arcas de la presión a la que se hallan sometidas se aproxima a los 3,5 ó, ya rebajados, 3 millones de euros en los que el club albiazul tasa a su principal figura, Adrián Colunga.
Esta realidad deja al delantero asturiano como preso de la falta de liquidez o, incluso, la insolvencia, que ahoga al fútbol en los difíciles tiempos que corren. Esa falta de recursos económicos separa al ariete de volver esta temporada a Primera División, donde ya militó la pasada campaña tras su cesión al Real Zaragoza en el mercado de invierno, o, como mal menor, en el gigante de Segunda, el Real Betis Balompié. Una situación que también compromete el futuro del Recre.
El último en sumarse a la puja ha sido el Betis. Así lo confirmó ayer su nuevo presidente, Luis Oliver, durante el acto de presentación de Pepe Mel como entrenador del equipo de Heliópolis. Colunga despierta el interés del técnico madrileño, que lo considera un jugador atractivo para el nuevo proyecto del conjunto verdiblanco en su segundo asalto al ascenso. Su olfato goleador lo avala. Oliver confirmó, incluso, que se han entablado conversaciones con el Decano para negociar el traspaso, pero la oferta puesta sobre la mesa, que ronda los 2,4 millones de euros, aunque supera las anteriores, al menos en el aspecto monetario, aún está lejos de las pretensiones de la entidad que preside Francisco Mendoza.
Incluso, según las informaciones que llegan desde Sevilla, aún es mayor la distancia que separa al artillero, aún albiazul, de la disciplina verdiblanca. El Recreativo sólo acepta dinero contante y sonante, y el Betis ni siquiera parece disponer en estos momentos de la cantidad que ofrece. La transacción estaría supeditada a la salida de alguno de sus pesos pesados: el camerunés Achille Emaná o Sergio García, jugadores que la nueva dirección del Betis ha sacado al mercado bajo un precio que puede oscilar entre los 6 y los 7 millones de euros por cada uno, bastante más del doble de lo que darían por Adrián Colunga.
Bajo este contexto, hay algo que está claro: el Betis va a apurar al máximo sus opciones, va a regatear hasta el último céntimo para hacerse con lo servicios del goleador albiazul. Así se desprende de las propias palabras lanzadas ayer por su presidente, quien anunció una política de recorte de gastos en la que el objetivo es reducir el capítulo salarial desde los 25 millones de euros actuales hasta los 12.
La otra carta que se guarda el Recre sobre la manga es la del Real Zaragoza, que quiere volver a contar con Colunga en su reto de lograr la permanencia y consolidarse de nuevo en la máxima categoría del fútbol nacional. Desde el equipo maño, su director general, Antonio Prieto, aseguraba ayer que el acuerdo con el futbolista es "total" para las próximas cinco temporadas. "Sólo falta convencer al Decano".
En este punto, frente a lo que se había comentado en los últimos días, el club aragonés niega con rotundidad la intención de incluir al también delantero Braulio en la operación, que ya estuvo a las órdenes de Raúl Agné en la pasada campaña. Una afirmación que acerca algo más al ariete asturiano al cuadro zaragozano, pues, junto a la no aceptación de pagarés, desde el Recre rechazaban también todo lo que fuera un trueque de fichas. Una condiciones que dejan como el más rezagado en la carrera al Getafe, que pretendía intercambiar a Colunga por Kepa más 1,4 millones de euros.
Todos estos antecedentes hacen vislumbrar que la "urgente" marcha de Adrián Colunga del Recreativo de Huelva puede erigirse en el gran culebrón del verano para el Decano. Eso sí, en las negociaciones le puede jugar una mala pasada la más que sabida necesidad de vender a la joya de su corona.
1 Comentario