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Chamba, el 'correcaminos' valverdeño que sueña con Hawaii

Chamba durante la prueba en Arizona.

Chamba durante la prueba en Arizona. / M.G.

Ejemplo y superación. Juan Bautista Castilla Chamba sigue haciendo historia. El atleta, natural del Valverde del Camino, continúa superándose en cada prueba. La última vez en la Copa del Mundo de Arizona, una cita que terminó segundo con una marca 25'17 horas, tras tres duros días de competición.

Viajar hasta Arizona para disputar la Copa del Mundo de Ultraman no fue fácil para Chamba. El valverdeño tras pasar el pasado año por una enfermedad que le llevó a estar retirado del mundo del deporte durante varios meses, poco a poco fue recuperando su tono hasta llegar a Estados Unidos. El atleta, que ha participado ya en seis copas de Ultraman, afirma que en la disputada en este 2023 vivió el "día más duro de su vida compitiendo".

15 días de adaptación al clima vivió Chamba en Arizona antes de comenzar esta gran cita deportiva. Las condiciones meteorológicas de la zona fueron totalmente adversas a las que todos esperaban. Lluvia, frío y nieve -hacía 59 años que no caían copos en esta región estadounidense-, y fue precisamente la circunstancia que benefició al atleta. 

El primer día de competición -diez kilómetros en aguas abiertas y 146 kilómetros en bicicleta- las aguas alcanzaron una temperatura de diez grados, un factor al que Chamba se adaptó perfectamente. La jornada no fue fácil, desde la organización hicieron cambios para mejorar las condiciones de los participantes, haciendo un circuito de tres vueltas, cada una de ellas de 3'3 kilómetros hasta completar los diez de esta primera fase, además, de ofrecer a los nadadores salir del agua para recuperar un poco la forma. El valverdeño no salió en ninguna ocasión, lo que le hizo aumentar su ventaja con el resto de participantes y terminar segundo. 

Tras esta primera prueba, Chamba se enfrentó a 146 kilómetros en bicicleta. Un reto que le hizo terminar el primer día de la Copa del Mundo con una marca de ocho horas y tres minutos. Las dos ruedas volvieron a ser protagonistas en el segundo día en Arizona, 276 kilómetros por delante, en los que el esfuerzo de la primera jornada comenzó a pasar factura. Nada fue fácil pero Chamba no se rindió. En el kilómetro 160 "rompió" y fue "tirando solo". El dolor de piernas empezó a ser insoportable en un escenario llano con el viento soplando fuerte pero, de nuevo, volvió a ser segundo. Una vez más, la superación, volvió a ser la protagonista.

El tercer y último día del Ultraman de Arizona fue "el más difícil", el "más duro" de la carrera deportiva del de Valverde del Camino. A las seis de la mañana de ese mismo día, comenzó a calentar para reanudar la competición a las 06:30 pero el atleta confesó a su equipo "que no tenía piernas". Chamba se sentía agotado, sin fueras para recorrer los 84 kilómetros que tenía por delante para hacer corriendo y dar por finalizada la prueba.

Chamba en el Ultraman de Arizona. Chamba en el Ultraman de Arizona.

Chamba en el Ultraman de Arizona. / M.G.

En el kilómetro 15 de la doble maratón, el atleta tuvo que bajar el ritmo confesando que "no podía" y que "jamás había corrido tan lento". El correcaminos desapareció por un momento hasta que en el 52 suplicó que "no podía más". "Llorando de dolor" se escudó en la fe, la que encontró al ver y oír a un cuervo posado en el tendido eléctrico. En esa ave se apoyó para mentalizarse y finalizar la prueba. Chamba cuenta que su abuelo, "la persona más importante de su vida" tenía un cuervo por eso interpretó que allí estaba él para dar aliento y animar a su nieto a que terminara la Ultraman de Arizona. Comenzó a andar y a partir del kilómetro 53 hasta el final de la etapa, el atleta tiró de "cabeza y corazón" para llegar a la meta con una marca de ocho horas y once minutos

Así terminó su Copa del Mundo, con fuerza y coraje para traer hasta su querida localidad natal, Valverde del Camino, una medalla de plata de la que presume con orgullo tras superarse una vez más. La aventura no finalizó ahí, nada más aterrizar en España, el valverdeño, participó el pasado fin de semana, en la HUEX Extrema, una prueba onubense en la que finalizó cuarto. Este es el "estilo de vida" de Chamba, una persona que vive por y para el deporte desde que se levanta cada mañana y se va a nadar a la piscina de Valverde.

Unas 28 o 32 horas de entrenamiento a la semana junto a "una buena alimentación y un buen descanso" son las claves del día a día de Chamba que se ejercita yendo al trabajo en bicicleta o corriendo. El atleta ya piensa en el Campeonato del Mundo de Hawaii. El siguiente objetivo en el que trabaja para poder sufragar todos los gastos que conlleva la competición y ponerse a punto para volver a hacer historia. 

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